martes, diciembre 10, 2019

CUANDO MI RELACIÓN DE PAREJA ES UNA TORMENTA CONSTANTE




CUANDO MI RELACIÓN DE PAREJA ES UNA TORMENTA CONSTANTE



ENGANCHE A LAS RELACIONES CONFLICTIVAS



Las relaciones de pareja, no siempre se corresponden con el ideal que cada persona ha imaginado de lo que sería, o lo que se ve en las películas románticas. Como toda interacción personal, cada parte aporta lo que tiene, lo bueno y lo malo y eso conlleva que puedan existir malentendidos, conflictos y situaciones que resolver, para que las personas puedan adaptarse y complementarse.

Esto es algo común a todas las parejas y algo que con voluntad y amor por ambas partes se puede solventar.  En el caso de las relaciones tormentosas, esto va más allá y la relación termina por convertirse en un problema para ambas personas, en algo tóxico, en una droga que saben que les hace daño, pero de la que no se pueden desenganchar.

Al comienzo de las relaciones, la pasión, la necesidad de poseer y de estar con la otra persona están muy presentes. Lo que hace o dice la pareja en esta primera fase de enamoramiento, parece maravilloso, se valora mucho y de manera positiva en el tiempo que compartís, las actividades que realizáis, etc.

Pues bien, incluso en esa primera fase ya podemos ver indicios de que la relación se va a convertir en tormentosa si no se remedia por ambas partes. Se pueden dar situaciones de control, de necesitar saber dónde está la persona amada en todo momento, puede empezar a aparecer el miedo a que la otra persona termine la relación, a una infidelidad, etc.., y que esto pase a ser parte importante de la relación y a condicionarla y dominarla posteriormente.

Ser consciente de este tipo de conductas por cualquiera de las personas que formen la pareja es importante y a la vez complicado de percibir para muchas personas en un primer momento. La intensidad del comienzo de la relación, tanto para lo bueno, como para lo malo, puede marcar la misma. Las dos personas preferirán lo bueno a lo malo y lucharán porque así sea.
Hay que ser muy cuidadoso con esta aspiración y pensar el precio que estamos dispuestos a pagar por tener “lo bueno”. Cuando una pareja entra en este tipo de dinámicas, se alterarán los episodios de enfado con los de reconciliación, que suelen tapar lo que ha ocurrido. La pareja irá construyendo su relación en base a estos dos extremos, existiendo, control, desconfianza, miedo, reproches y en los casos más graves pudiendo llegar al maltrato físico y/o psicológico.
Ambas partes se suelen encontrar tan inmersas en sus aspiraciones como pareja, que tienen grandes dificultades para comprender que están enganchadas a una relación tóxica. Consiguen normalizar dentro de su vida estos comportamientos, y no son capaces de tener una relación saludable con la otra persona.



¿QUÉ OCURRE PARA ENGANCHARME EN UNA RELACIÓN TORMENTOSA?



La respuesta a esta pregunta no va encaminada a buscar culpables, ya que una relación es de dos y ambas personas en parte son responsables de mantener este tipo de relación y en muchas ocasiones no pueden ver más allá de lo que sienten o creen de forma individual. La historia personal de cada uno les hace reaccionar de una determinada forma y lo constructivo es poder darse cuenta y trabajarlo.

Los vínculos emocionales y el estilo afectivo de cada miembro de la pareja, a nivel individual, pueden marcar la forma en que se relacionen en pareja, por ejemplo, personas que han crecido teniendo a sus cuidadores muy disponibles, que han tenido relaciones en las que se han sentido más importantes que los demás (hermanos, primos, amigos, etc.) pueden demandar lo mismo en su pareja y no tolerar la frustración que les genera que no todo gire en torno a ellos/as. Y esto no tiene porqué ocurrirle solo a un miembro de la pareja, sino que puede ocurrirles a los dos.

Muy relacionado con la afectividad, es determinante el tipo de personalidad que hayamos desarrollado y las de nuestra pareja. Por ejemplo, una persona insegura con baja autoestima, podrá verse envuelta en una relación de este tipo, necesita la reafirmación del amor de su pareja de manera constante.

Igualmente puede ocurrir una persona que se encuentre en el extremo opuesto, porque creerá que su pareja le debe adular y complacer en todo lo que quiere.

Cualquier persona puede implicarse en una relación tormentosa sin darse cuenta, lo importante es conocerse lo suficiente a uno mismo, para saber qué es lo que está ocurriendo y decidir si quiere amar o sufrir.



¿QUÉ OCURRE EN LAS RELACIONES TORMENTOSAS?


Las conductas que más comúnmente se dan este tipo de situaciones, están relacionadas con:


Miedo al abandono: Suelen ser una señal de alerta, la persona siente un miedo irracional a ser abandonado, a que su pareja lo deje, a que lo excluya de su vida y todos sus esfuerzos se centran en evitarlo.


Amenaza: Las propias actividades de la vida cotidiana de la pareja, pueden ser parejas en conflictos, vistas como amenazantes hacia nuestra relación, el gimnasio, el trabajo, el café semanal con amigos, etc. Cualquier actividad, en la que la personas no se sienta incluida, es percibida como una amenaza e intentará controlarla o boicotearla de diversas formas, como puede ser enfadándose o chantajeando emocionalmente a la otra persona...


Control: Sentirá la necesidad y creerá que tiene autoridad sobre la pareja. Esto puede acaparar todos los ámbitos de la vida de la otra persona, desde por ejemplo enviar un mail a controlar el tiempo que tarda del trabajo a casa.


Incomprensión: La incapacidad para entender por qué la otra persona puede hacer planes en los que no estemos incluidos, salir de vez en cuando con amigos sin nosotros o realizar alguna actividad que no nos incluya, se convierte en otro foco de inestabilidad en este tipo de parejas.


Sospechas: Relacionado con la inseguridad y a incomprensión, aparecen las sospechas hacia la pareja. Creencias o pensamientos acerca de que algo está ocurriendo, de que algo está ocultando, necesidad de información, que generalmente provoca reproches y más discusiones.


Ambivalencia hacia la pareja: Dependiendo del momento en el que esté la relación, será la persona más importante de su vida o no querrá pasar tiempo con ella, ni hablar. Castigará a su pareja y cuando el conflicto se solucione vivirán una etapa idílica. Es algo muy común en este tipo de parejas, relacionado con lo que comentábamos al principio de lo bueno y lo malo.


Reproches y victimización: A través de la palabra o mediante conductas, le transmitirá de una forma hostil a su pareja, lo que no le guste y a su vez se mostrará víctima de los actos de la otra persona para mantenerla cerca, para hacerle ver que todo es porque la ama.



¿CÓMO SE SALE DE LAS RELACIONES TORMENTOSAS?

Lo más importante para salir de una relación tormentosa es poder darse cuenta de que no es una relación saludable para ninguna de las dos personas y del desgaste que supone y de lo peligrosa que puede llegar a ser. Cada persona puede sopesar lo que está viviendo y lo que quiere vivir, cómo quiere ser feliz, desde un punto de vista objetivo, aunque no resulte fácil, por ejemplo, sopesando cuestiones como las siguientes:
·         Si existen más beneficios que prejuicios para dejarlo

·         Si estamos intentando que la otra persona se convierta en alguien que no es o nosotros/as mismos estamos intentando convertirnos en alguien que no somos.

·         Si estamos culpando a los demás de los problemas que existen en nuestra pareja.

·         Si estamos idealizando la relación y esperando algo que no sabemos muy bien que es, ni si va a llegar.


Son algunas cuestiones que una persona puede plantearse dentro de una relación tormentosa. No siempre tienen porque acabar, pero sí ambas personas realizar trabajo terapéutico para poder encontrar soluciones y si esto no es posible y crees que estás dentro de una relación tormentosa, ¡Huye! Porque el amor no tiene que doler.

Autora: Oceanía Martín Recio