miércoles, noviembre 29, 2017

9 pasos para criar a un niño feliz

9 pasos para criar a un niño feliz

Lo que hace felices a los niños podría sorprenderte. Los expertos en desarrollo infantil que estudian el tema afirman que la felicidad no es algo que puedes darle a un niño como un regalo. Es algo que les puedes enseñar. 

Edward Hallowell, psiquiatra y autor de The Childhood Roots of Adult
Happiness (Las raíces infantiles de la felicidad adulta), dice que los niños demasiado mimados, ya sea porque se les den demasiados juguetes o se les resguarde de sentirse incómodos emocionalmente, son más propensos a ser adolescentes aburridos, cínicos e infelices. 

"Los mejores indicadores de felicidad futura son internos, no externos", asegura Hallowell, quien enfatiza la importancia de ayudar a los niños a desarrollar recursos internos que puedan utilizar a lo largo de sus vidas. 

Afortunadamente no tienes que ser una experta en psicología infantil para animar a tu hijo a encontrar la fuerza interior y la sabiduría que se requieren para superar los altibajos de la vida. Con paciencia y flexibilidad, cualquier padre de familia puede establecer las bases para una vida llena de felicidad. 

1. Aprende a leer las emociones de tus hijos
Tu pequeño seguramente sabe muy bien cómo demostrarte cuándo algo lo hace feliz o lo entristece. Su carita se ilumina con una enorme sonrisa cuando llegas a casa o llora desconsoladamente cuando no encuentra su adorado osito de peluche. 

Pero, aun así, tal vez te preguntes si en general es feliz. 

Las señales pueden ser obvias: un niño feliz sonríe, juega, exhibe curiosidad, muestra interés en otros niños y no necesita estimulación constante. Y al contrario, afirma Hallowell, las señales de un niño desdichado son igualmente claras: “Es retraído, callado, no come mucho, no se involucra espontáneamente con otros niños, no juega, no hace preguntas, no ríe ni sonríe y habla muy poco”. 

El que un niño sea naturalmente tímido o introvertido, no ría ni interactúe mucho no significa que sea desdichado. La timidez no es lo mismo que la tristeza, pero tendrás que esforzarte más para descifrar sus señales. Hallowell indica que hay que estar alerta para ver si se dan cambios significativos en su conducta (por ejemplo, si se vuelve más aislado o temeroso) que pudieran sugerir algún problema que requiere tu atención

Paul C. Holinger, profesor de psiquiatría del Centro Médico Rush-Presbyterian-St. Luke's en Chicago ha identificado nueve “señales” innatas que los niños usan para comunicar sus sentimientos. También puedes reconocer estas señales en tu pequeño. Dos de las señales, "interés" y "placer" son sentimientos positivos, mientras que las señales negativas, sobre todo “angustia”, “enojo” y “miedo”, indican que el niño es desdichado. 

La mayoría de los padres reconocen que un niño miedoso que se angustia fácilmente no es un niño feliz, pero Holinger comenta que muchos papás no reconocen que un niño enojado usualmente está expresando tristeza. Sin importar la edad, "el enojo es simplemente angustia excesiva", dice Holinger. Cuando tu hijo golpea a su hermano o avienta sus juguetes, eso significa que está angustiado más allá de su nivel de tolerancia. 

Probablemente, tu hijo tiene su propia forma de demostrarte que está pasando por un momento difícil. Algunos se retraen y otros hacen un berrinche o se vuelven demasiado apegados a la mamá o al papá. Al ir conociendo mejor el temperamento de tu hijo, captarás mejor las señales de que algo no anda bien en su mundo.
2. Diviértanse juntos
Aunque el entretenimiento constante y comer helado de postre puede ser el sueño de todos los niños, lo que realmente hace más feliz a tu pequeño es más sencillo: . Y esa es la primera clave para criar a un niño feliz, dice Hallowell. "Relaciónate con ellos, juega con ellos", aconseja. "Si tú te estás divirtiendo con ellos, ellos se están divirtiendo. Si creas lo que llamo una 'niñez conectada', darás el mejor paso para garantizar que tu hijo sea feliz". 

El juego genera alegría, pero también es la forma en que tu hijo desarrolla habilidades esenciales para su futura felicidad. El juego no estructurado le permite descubrir lo que le gusta hacer (construir torres con bloques de madera, jugar al hospital con sus animalitos de peluche) lo cual puede orientarlo hacia una carrera que le satisfará. 

3. Ayúdalos a perfeccionar sus talentos
La receta de Hallowell para crear felicidad de por vida incluye un aspecto sorprendente: las personas felices son a menudo aquellas que dominan una habilidad. Por ejemplo, cuando tu nene practica cómo lanzarte una pelota, aprende de sus errores, aprende persistencia y disciplina, y luego experimenta la dicha de tener éxito debido a sus propios esfuerzos. 

También obtiene el beneficio de ganarse el reconocimiento de otros por su logro. Y lo que es más importante, descubre que tiene algo de control sobre su vida: si trata de hacer algo, tiene la satisfacción de darse cuenta de que, con persistencia, llegará a lograr lo que se propone. Los estudios muestran que este sentimiento de control que se experimenta a través de dominar algo es un factor importante que determina la felicidad adulta. 

Hallowell advierte que los niños, como los adultos, necesitan seguir sus propios intereses o no habrá dicha en sus logros. 

4. Cultiva hábitos sanos en tu hijo
Mucho sueño, ejercicio y una dieta saludable son importantes para el bienestar de todos, sobre todo de los niños. Los niños pequeños hacen ejercicio de manera innata. Darle a tu hijo tiempo de sobra para corretear afuera le ayudará con sus estados de ánimo. 

Y presta atención a su necesidad de tener orden en su vida: aunque algunos niños se adaptan fácilmente a distintos horarios y circunstancias, la mayoría de ellos disfrutan y son más felices con un horario establecido que les permite saber qué va a suceder. 

Tal vez también sea bueno que prestes atención a cualquier conexión entre el estado de ánimo de tu hijo y ciertos alimentos. Algunos padres encuentran que aunque el azúcar puede dar a su hijo energía momentánea, también puede ocasionar cambios bruscos de humor y conducta agresiva. Las alergias y la sensibilidad a ciertos alimentos también pueden jugar un papel importante en la conducta y el estado de ánimo de tu hijo. 

5. Deja que trate de resolver sus problemas
Algunos padres creen que criar a un niño feliz tiene que ver con hacer que todos sus problemas se solucionen. Pero Carrie Masia-Warner, psicóloga infantil y subdirectora del Instituto de ansiedad y trastornos del estado de ánimo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, ve esto como un grave error que cometen muchos padres amorosos y bienintencionados. 

"Los padres tratan de arreglar siempre las cosas para sus hijos, tratan de hacerlos felices todo el tiempo. Eso no es realista. No trates de arreglar las cosas siempre", aconseja Masia-Warner. "Los niños necesitan aprender a tolerar algo de angustia, algo de desdicha. Deja que luchen, que resuelvan las cosas por sí mismos, porque eso les permite aprender a enfrentarse a los problemas". 

Hallowell está de acuerdo en que permitir que los niños pasen por diversas experiencias, incluso difíciles o frustrantes, les ayuda a llenar la reserva de fuerza interior que conduce a la felicidad. 

Ya sea que un niño tenga 7 meses de edad y esté tratando de gatear o 7 años y tenga dificultades con las sumas y restas, Hallowell indica a los padres que aprenderá a arreglárselas con las adversidades simplemente confrontándolas una y otra vez hasta superarlas con éxito. 

Aprender a lidiar con las inevitables frustraciones de la vida es crítico para la felicidad de tu hijo en el futuro. Esto no significa que los niños no deban pedir ayuda si la necesitan, pero tu papel es ayudarlos a que encuentren una solución ellos mismos, no proporcionársela. 

Si tu pequeño desarrolla un sentido de independencia y confianza, eso puede llevarlo a tener más autoestima y a ser más feliz. Una forma de ayudar a tu hijo a desarrollar estas cualidades es dejar que juegue solo durante 10 o 15 minutos, varias veces al día. 

6. Permítele estar triste o enojado
Cuando tu hijo se va a un rincón a hacer pucheros en una fiesta de cumpleaños, tu reacción natural podría ser empujarlo a unirse a la diversión, pero es importante permitirle que esté infeliz. 

A Hallowell le preocupa que "algunos padres se angustian cada vez que sus hijos sufren un poco de rechazo, no los invitan a una fiesta de cumpleaños o lloran porque no obtuvieron lo que querían". 

Los niños necesitan saber que a veces es normal sentirse desdichados. Es, sencillamente, parte de la vida. Y si tratamos de rescatarlo de cualquier desdicha, podríamos estarle enviando el mensaje de que está mal sentirse triste. Necesitamos dejarlos experimentar sus sentimientos, incluyendo la tristeza. 

Puedes alentar a tu hijo a dar nombre a sus sentimientos y a expresarlos verbalmente. Los niños pequeños comprenden muy rápidamente las palabras que tienen que ver con su estado emocional, como "contento" o "enojado". Cuando pueden expresar con palabras sus emociones, adquieren una nueva capacidad de reconocer y regular sus sentimientos. 

7. Escucha a tu hijo
Según Hallowell, el mejor consejo en cómo saber si tu hijo es feliz es el más sencillo: Escúchalo. “Yo le pregunto tanto a mis hijos si son felices que frecuentemente giran los ojos hacia arriba”, dice. “Es el mejor modo de dejarles saber que me interesa lo que les sucede”. 

Masia-Warner está de acuerdo en que tener el canal de comunicación abierto con tu hijo es fundamental para comprender su humor. Sugiere, decir a tu hijo, por ejemplo, “pareces triste, ¿hay algo que quisieras contarme? ¿Algo te molesta?”, y después déjalo hablar, si no quiere hacerlo, trata de nuevo al día siguiente.

Es posible que pasen algunos días y, sin aviso, empiece a llorar por algo que sucedió la semana anterior. 

Si te preocupa que tu hijo pase por un período difícil, habla con su maestra o cuidador y con los padres de sus amigos, para saber si ellos identifican algo.

La mayoría del tiempo, los niños están tristes o molestos por algo que causa estrés en el ambiente en el que desarrollan: una discusión con un amigo, un problema con un hermano o una tensión en casa. Pero otras veces, la fuente del descontento es más seria.

Si los síntomas de tristeza en tu hijo persisten y notas comportamientos como falta de ganas de ir a la escuela o guardería, preocupaciones excesivas de que mamá o papá mueran, que finja estar enfermo, dificultades para comer o dormir, habla con tu el médico de tu hijo.

8. Enséñale a compartir y a pensar en los demás
Conforme tu hijo pequeño va creciendo puedes irle enseñando la importancia y satisfacción que existe en ayudar a otros. Algunos estudios muestran que las personas que se interesan por su alrededor tienden a sentirse menos deprimidos. Los especialistas sugieren que fomentar la caridad y ayudar a los demás es una parte importante de la vida familiar y los niños pueden beneficiarse mucho de ello. 

Incluso ayudar en casa con pequeñas tareas hará que tu hijo aprenda el sentido de contribuir. 

9. Sé un modelo de conducta

Según Dora Wang, profesora agregada de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nuevo México y madre de Zoe, los estudios muestran que puedes pasarles tu temperamento a tus hijos, no necesariamente a través de tus genes, sino a través de tu propio comportamiento y forma de criarlos. 

Para bien o para mal, los niños perciben el humor de sus padres. Incluso los bebés pequeños imitan el estilo emocional de sus papás, lo cual de hecho activa vías neurales específicas. En otras palabras, cuando sonríes, tu hijo sonríe y su cerebro se "prepara" para sonreír. 

Si disfrutas de las cosas pequeñas de la vida y expresas a menudo qué te hace sentirte agradecida, serás un modelo positivo de conducta para tu hijo. Enséñale a tu hijo a ver el lado positivo de cada situación. Si llueve y no pueden ir al parque, recuérdale que es un día perfecto para preparar galletitas en casa. Expresa alegría por lo que tienes, en lugar de demostrar tristeza por lo que no tienes. 

Eso no quiere decir que tengas que esconder tus emociones negativas. Puedes dejar que tu pequeño vea que estás triste porque rompiste tu florero favorito. Y si añades que eso significa que ahora podrás comprar uno más grande, le enseñarás a tu hijo que la tristeza es parte de la vida y al mismo tiempo le mostrarás que siempre se puede encontrar un resquicio de esperanza. 

Sin embargo, si te encuentras constantemente estresada o deprimida, es importante que busques ayuda. "Los padres de familia que tienden a estar deprimidos a menudo no son buenos para proporcionar disciplina y orden de manera constante, ni para alabar a sus hijos con constancia y divertirse con ellos. Todo esto puede contribuir a problemas emocionales", dice Masia-Warner.

https://espanol.babycenter.com/a7900029/9-pasos-para-criar-a-un-ni%C3%B1o-feliz#ixzz4zq2sBJH5

martes, noviembre 28, 2017

7 Consejos para afrontar la separación

7 consejos para afrontar la separación

Ver cómo se termina una relación de pareja es casi siempre una crisis que hay que saber gestionar.


Entre las experiencias que pueden causarnos más dolor a los seres humanos está el divorcio o la separación, que puede afectar a toda una famila (padres e hijos) y que puede provocar heridas que, en ocasiones, son difíciles de enmendar.
Es frecuente que, tras un divorcio, las disputas por la custodia de los hijos o los bienes de la pareja causen todavía más sufrimiento, lo que convierte esta situación en un proceso de duelo complicado. En este artículo podrás encontrar precisamente consejos para afrontar la separación.
Cómo afrontar una separación
Y es que vivir el divorcio en carne propia es duro, y muchas veces podemos sentir que el dolor es difícil de soportar. Las consecuencias psicológicas del divorcio son muchas, en la mayoría de los casos: la baja autoestima, la depresión y la tristeza, y la ansiedad o emociones como la la culpa, la ira aparecen con frecuencia. Ahora bien, en esta etapa también surgen otras consecuencias a nivel familiar y económico que pueden complicar seriamente la recuperación.
Si estás pasando por una separación, en las siguientes líneas te presentamos 7 consejos que te ayudarán a afrontar la separación de manera más adaptativa.
1. Acéptalo
A nadie le gusta pasar por esta etapa tan dolorosa, pero hay cosas en esta vida que no podemos cambiar. Cuando nos separamos de nuestro cónyuge, dejamos atrás muchos recuerdos y hábitos en los que hemos compartido incluso nuestra mayor intimidad. Aceptar que nada volverá a ser como antes es complicado, pero es necesario para recuperar el bienestar.
La aceptación es el punto inicial cuando queremos superar la separación, puesto que sino podemos dejarnos llevar por emociones negativas como la ira o la culpa. Comprender el dolor emocional que sentimos en este momento, reconocer que es parte de la vida y que, si lo gestionamos bien, incluso puede permitirnos crecer, es el camino correcto para superar este momento tan delicado.

2. Evita el aislamiento
En estos momentos tan duros es normal sentirse mal. Si has querido a esa persona de la que te separas, es posible que estés decaído e incluso llores en algunos momentos. Estas emociones son normales, pero deben de gestionarse correctamente para no caer en el error del aislamiento. Mantenerse lejos de todo el mundo es una manera de acercarse más a la tristeza y a los síntomas depresivos.
La expresión de los sentimientos es una buena manera de liberarse de la carga emocional: es lo que se conoce como catarsis. En estos momentos es bueno rodearse de los seres queridos que puedan brindarnos apoyo para superar la separación.
3. Aprende del divorcio
Las experiencias desagradables nos ayudan a crecer, por lo que en vez de recrearte en lo negativo, usa la separación para aprender y por tanto crecer como persona. Puede que en los momentos iniciales no lo veas, pero puedes salir reforzado de esta situación si gestionas bien el proceso de duelo. Ahora que estás separado/a aprovecha esta oportunidad para hacer lo que siempre habías querido. Lucha por tu desarrollo personal.
4. Haz cosas que te llenen
La felicidad tiene mucho que ver con aquellos momentos en los que pasamos realizando actividades placenteras, aquellas que nos hacen sentir bien. Nuestros hábitos y nuestra mentalidad positiva puede hacernos vivir momentos enriquecedores y puede permitirnos aprovechar oportunidades que se pueden presentar. Hacer deporte, por ejemplo, es clave para reducir el estrés o la ansiedad de la separación, y ayuda a mejorar el estado anímico y la autoestima que queda dañada después del divorcio.
Además, es clave realizar actividades al aire libre, puesto que, tal y como indican los estudios científicos, el sol (siempre que la exposición sea saludable) provoca un aumento de vitamina D en nuestro cuerpo. Esta vitamina influye positivamente en el buen funcionamiento del sistema inmune e incrementa la producción de endorfinas, unas sustancias endógenas relacionadas con el placer.
5. No te obsesiones con encontrar a otra pareja
El divorcio causa un gran malestar, y algunos individuos sienten que tienen la urgencia de suplir a la pareja con otra persona. Aunque a veces parezca que la frase “un clavo saca a otro clavo” sea cierta, en realidad no lo es, porque es importante recuperar el equilibrio emocional para tomar decisiones acertadas y adentrarnos de nuevo en una relación.
Cuando sentimos un gran vacío por la separación es fácil creer que llenaremos el hueco rápido con otra persona. Cuando nos damos cuenta de que esto no es así, podemos sentirnos frustrados y, en consecuencia, aumentamos nuestro malestar. Es importante sentirnos bien con nosotros mismos antes de iniciar una nueva relación amorosa.
6. Haz un curso de inteligencia emocional
La inteligencia emocional es uno de los paradigmas más importantes de la psicología en los últimos tiempos, pues los estudios científicos han demostrado que aporta muchos beneficios, entre ellos, mejora el bienestar de las personas. La inteligencia emocional se compone de cinco elementos: autoconocimiento, regulación emocional, automotivación, empatía y habilidad social. Algunas instituciones imparten cursos o talleres para que las personas pueden desarrollar las competencias emocionales para ser felices.
7. Acude al psicólogo

En ocasiones, es recomendable acudir al psicólogo porque, especialmente en aquellas situaciones en las que existen ciertos conflictos (por ejemplo, batallas legales), superar el divorcio no es fácil. Los psicólogos expertos en terapia de divorcio aportan herramientas que te van a permitir hacer frente a esta situación de manera saludable y así recuperar el equilibrio emocional, la autoestima y gestionar la culpa, el rencor y otras emociones negativas que no te permiten superar el divorcio.

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lunes, noviembre 27, 2017

Por qué me despierto cansado: 8 causas habituales

Por qué me despierto cansado: 8 causas habituales

Un problema común que puede tener distintos factores desencadenantes.


Hay personas que se despiertan por la mañana con una gran pesadez en el cuerpo, con una falta de motivación para realizar actividades diarias, con pocas ganas de salir de la cama. En muchos casos, incluso habiendo dormido bien, son incapaces de estar descansados a la hora de empezar el día.
Ahora bien, en algunos casos, ese cansancio matutino es consecuencia de los problemas para dormir o muchas veces de un estilo de vida poco saludable, por ejemplo, por no practicar ejercicio físico.
Causas de levantarse cansado por la mañana
Pero, ¿cuáles son las causas de levantarse de la cama cansado? En las siguientes líneas te lo explicamos.
1. Insomnio
Según los datos científicos, el 25% de la población sufre insomnio, un trastorno muy común entre la población. El insomnio es la incapacidad de conciliar el sueño o permanecer dormido toda la noche, lo que causa serios problemas para el bienestar de las personas y su funcionamiento en el día a día. Y es que las personas con insomnio suelen despertarse cansadas y experimentar somnolencia a lo largo de la jornada. Causa muchas dificultades en actividades, como por ejemplo el trabajo.
2. Otros trastornos del sueño
Dormir es necesario para vivir. Pero algunas personas sufren diferentes tipos de trastornos del sueño, que impiden que éstas lleven a cabo el proceso reparador que el organismo necesita para gozar de un buen bienestar. La apnea del sueño es una de las patologías más frecuentes, en la que el paciente sufre una pausa en la respiración durante el sueño. Además de esta patología del sueño existen otras que también afectan a cómo la persona se despierta por la mañana.
3. Ansiedad nocturna
Uno de los fenómenos asociados al insomnio que algunas personas pueden experimentar es la ansiedad nocturna. La ansiedad nocturna es aquella desagradable sensación en la que la mente no desconecta y hace que la persona entre en un círculo vicioso en el que desea dormirse pero los pensamientos negativos aparecen una y otra vez por la mente. El cuerpo necesita dormir, pero la mente no consigue relajarse. Nuestra mente tiende a rumiar de manera natural, y si intentamos conciliar el sueño y pensamos en eso, lo único que conseguiremos es empeorar la situación. Si queremos dormir revertir esta situación, siempre es mejor emplear técnicas como la del 4-7-8, que es parte de la práctica de respiración del Yoga (Pranayama), y fue popularizada por el Dr. Andrew Weil.
4. Mala higiene del sueño
La higiene del sueño tiene que ver con aquellos hábitos y prácticas que realizamos a la hora de acostarnos y que afectan positivamente a cómo dormimos. Por ejemplo, si miramos la televisión por las noches o tenemos un cojín incómodo, las probabilidades de interrumpir el sueño reparador son altas. Otras prácticas que influyen positivamente en cómo dormimos son: el ejercicio físico, la dieta saludable, evitar los estimulantes, no abusar de la dieta, acostarse y levantarse a la misma hora, entre otros.
5. Consumo de alcohol
El alcohol es una de las drogas más consumidas, y suele asociarse a los momentos de ocio. Sin embargo, tiene un efecto sedante que ayuda a conciliar el sueño, pero al rato lo interrumpe y, por tanto, provoca que las personas duerman mal. En consecuencia, se levantan peor por la mañana. Los investigadores de un estudio australiano demostraron que las bebidas alcohólicas, si se consumen de manera frecuente, causan una actividad cerebral mayor por las noches, lo que dificulta el sueño.
6. Consumo de fármacos
Pero el alcohol no es la única sustancia que hace que las personas se levanten cansadas. Algunos fármacos, por ejemplo, aquellos que tienen como objetivo ayudar a las personas a dormir, provocan efectos secundarios como el embotellamiento, especialmente aquellos que forman parte de la familia de los antihistamínicos H1. Esto causa que las personas se levanten cansadas y con somnolencia pese a haber dormido bien.
7. Depresión
La depresión es un trastorno del estado del ánimo que puede llegar a provocar dificultades a la hora de levantarse. De hecho, las personas deprimidas suelen desear acostarse, y se encuentran cansadas la mayor parte del día.
8. Astenia
Hay personas que se sienten siempre cansadas y que padecen una condición llamada astenia, que hace que el individuo sufra una reducción de energía y fuerza en el cuerpo Ésta se encuentra física y mentalmente agotada. Suele llamarse astenia primaveral, aunque la astenia también es un síntoma de otros trastornos. Además del cansancio, la persona también suele sufrir problemas de atención, dificultades en la memoria, pérdida de apetito e incluso del deseo sexual.

La persona que experimenta esta condición puede tener problemas y dificultades en su día a día y en los diferentes ámbitos de su vida. Sin duda, las personas con astenia padecen un gran cansancio pese a dormir bien.

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sábado, noviembre 25, 2017

Cómo enseñar a tus hijos a tolerar la frustración, en 6 pasos

Cómo enseñar a tus hijos a tolerar la frustración, en 6 pasos

Saber lidiar con los problemas de la vida desde pequeños es necesario para valerse por uno mismo.


Los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, y en ese intento de darles todo, podemos caer en el error de no dejarles desarrollarse como personas ni permitirles experimentar la vida por ellos mismos. Estos comportamientos, que pueden parecer grandes muestras de amor y protección, a la larga causan que los niños y niñas no adquieran algunas habilidades para hacer frente a la vida y que pueden ser útiles en su futuro, cuando solamente dependan de ellos mismos.
Una de estas habilidades es la tolerancia a la frustración, que está íntimamente relacionada con la resiliencia y la capacidada de las personas de hacer frente a las situaciones menos agradables. Las personas con baja tolerancia a la frustración tienen serias dificultades para controlar sus emociones, son muy vulnerables al dolor emocional, son impulsivas e impacientes y tienen dificultades para adaptarse a los entornos cambiantes.
Aprender a tolerar la frustración es clave para el bienestar de los hijos
La tolerancia a la frustración es un concepto que desarrolló Albert Ellis, un conocido psicólogo del que hablamos en nuestro artículo “La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) de Albert Ellis”.
Y es que soportar o tolerar la frustración es necesario para hacer frente a las adversidades que puede presentar la vida o los momentos malos que a veces nos toca vivir. De lo contrario, podemos convertirnos en personas vulnerables en estas situaciones o personas emocionalmente dependientes en las relaciones interpersonales. La vida a veces nos presenta problemas, y debemos ser capaces de hacerles frente y solucionarlos en vez de huir de ellos.
Cuando las cosas no salen como deseamos o las expectativas que teníamos en mente no se cumplen, puede aparecer la frustración que si no se tolera da paso a tristeza , decepción, angusta, ansiedad y desilusión.
Por tanto, tolerar la frustración es ser capaz de afrontar los problemas que se presentena pesar del malestar y el dolor que causa, lo que permite adaptarse mejor a las situaciones y, por tanto, reaccionar de manera adecuada. A la hora de educar a las nuevas generaciones, esto es sumamente importante.
Claves para enseñar a tus hijos a tolerar la frustración
Por suerte, es posible trabajar la tolerancia a la frustración. En las siguientes líneas te damos algunas claves para poder educar a tus hijos para que sean más tolerantes a la frustración.
1. Educar con valores como el esfuerzo
Cuando educamos a nuestro hijo, debemos de pensar en los valores que está adquiriendo. Puede que pensemos que regalándole la mejor ropa o los juguetes que desea sin que le suponga esfuerzo es una acción de buen padre. Sin embargo, debemos educarle de manera que entienda que las cosas que recibe son consecuencia de su esfuerzo. De esta manera, aprenderá que en la vida, si quiere algo, tiene que luchar por ello. No siempre le van a venir las cosas regaladas.
2. Enséñale a marcarse y cumplir objetivos realistas
La frustración aparece muchas veces porque nos ponemos objetivos que son irracionales e inalcanzables. Cuando tenemos expectativas muy altas y no las cumplimos, entonces podemos sufrir por ello. Marcarse objetivos realista y cumplirlos nos enseña a ser maduros y racionales, y nos deja claro que debemos evitar aquellas situaciones que nos llevan a sentirnos frustrados y, por tanto, a sufrir.
3. Ser coherentes y dar ejemplo
A la hora de educar a un hijo siempre debemos ser coherentes con lo que les decimos, porque somos modelos para ellos. Si tenemos la intención de educarles en valores y luego nosotros mismos somos incapaces de aplicar lo que les estamos enseñando, el aprendizaje no se producirá. Por tanto, nuestra manera de actuar afecta a cómo nuestros hijo se desarrollan, pues el aprendizaje vicario es especialmente importante a estas edades.
4. No ceder a los berrinches
Ceder a los berrinches es una forma de reforzar conductas negativas, y causa que un hijo aprenda que puede conseguir lo que quiera simplemente por el hecho de llorar o pegar pataletas. Cuando cedemos ante sus berrinches, le estamos haciendo llegar el mensaje de que puede conseguir lo que quiera actuando así, y no le dejaremos tiempo para reflexionar sobre la frustración de no salirse con la suya. A veces, sufrir un poco es bueno para aprender lecciones valiosas.
5. Poner límites a tu hijo
Los niños y adolescentes deben tener límites claros para saber cómo actuar. Eso no quiere decir que debamos ser autoritarios con ellos, simplemente hacerles entender que hay ciertas conductas que tienen consecuencias negativas para ellos.
Si le damos manga ancha a un niño para que haga lo que quiera, siempre va a salirse con la suya y, por tanto, no valorará nada. Cuando se encuentre en situaciones en las que las cosas no salen como desea sentirá una gran sensación de fracaso por no haber aprendido de las experiencias poco agradables del pasado.
6. Ayudarle a aprender de la frustración

Siguiendo el punto anterior, las experiencias difíciles son una gran oportunidad para aprender cosas nuevas, porque aunque muchas veces no seamos conscientes, del dolor también se aprende. De hecho, el aprendizaje experiencial es una de las mejores formas de aprender. Ahora bien, siempre que aprendamos de la experiencia a través de la autorreflexión.


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miércoles, noviembre 22, 2017

16 consejos para afrontar la vida (con optimismo)

16 consejos para afrontar la vida (con optimismo)

Unas pautas para no amargarse y salir adelante con positividad.


La vida nos brinda muchas veces oportunidades espléndida para gozar y pasar ratos agradables; sin embargo, no siempre es un camino de rosas. En estos casos, es necesario ser resilientes y aprovechar estas experiencias menos agradables para crecer.
Claves para afrontar la vida
En la siguientes líneas puedes encontrar algunas claves para afrontar la vida de la mejor manera posible, para que puedas aprender a salir adelante a pesar de las adversidades.
1. Céntrate en lo que puedes controlar
No podemos controlar todo en esta vida. Y lo que no podemos controlar es mejor aceptarlo, pues puede causar un gran sufrimiento y frustración. Por eso, para afrontar la vida de la mejor manera y gozar de un bien equilibrio emocional, lo mejor es centrarse en aquellas cosas que están bajo nuestro control. Por ejemplo, nuestro propio desarrollo personal.
2. Mejora tu inteligencia emocional
La inteligencia emocional es uno de los paradigmas más importantes de los últimos años en la psicología y el bienestar. Pues adquirir competencias emocionales permite entender nuestras emociones y regularlas, así como entender las de los demás.
3. Haz Mindfulness
El mindfulness o atención plena es una práctica ancestral que se emplea con mucha frecuencia en nuestros días, pues los estudios científicos han demostrado que es clave para encontrar la paz interior y hacer frente a los problemas del día a día. El mindfulness nos ayuda a estar en el presente, con una mentalidad no enjuiciadora y abierta a la compasión.
4. Practica ejercicio físico
El ejercicio físico es uno de los hábitos más saludables que podemos realizar los seres humanos. Por este motivo, es clave practicarlo al menos tres días a la semana. Esta práctica no solamente mejora nuestra salud física, sino también psicológica: produce químicos de la felicidad, mejora la autoestima, reduce el estrés, mejora las relaciones sociales, entre otros beneficios.
5. Vive el presente
Está bien tener objetivos a largo plazo que nos mantengan motivados, pero debemos vivir el presente porque es el único momento del que podemos disfrutar. Recrearse en el pasado y vivir de las expectativa no favorece nuestro bienestar.
6. Sé positivo
Adoptar una mentalidad positiva es bueno cuando es una mentalidad realista, porque puede llevarnos lejos en la vida. Sin embargo, el falso optimismo puede traer consigo consecuencias negativas para nuestro bienestar.
7. Quiérete a ti mismo
Cuando nos queremos a nosotros mismos, la vida adopta un tono positivo. En este sentido, es más difícil que nos afecten las cosas, porque hemos encontrado la paz interior.
8. Rodéate de amigos
Los estudios científicos afirman que las amistades influyen favorablemente en nuestro bienestar y son clave para nuestra felicidad. Por lo que rodearse de amigos es, sin lugar a dudas, una gran opción para afrontar la vida.
9. Aprende de las malas experiencias
La vida tiene buenos y malos momentos, y las cosas no siempre salen como queremos. Crecer como personas tienen mucho que ver en cómo gestionamos los eventos que ocurren en nuestra vida. La vida es un aprendizaje continuo, y por ese motivo debemos aprender incluso de las malas experiencias, porque el dolor nos ayuda a crecer.
10. No tengas miedo a la incertidumbre
Existen muchos tipos de miedos, y uno de los más habituales es el miedo a la incertidumbre o a los desconocido, que no nos permite crecer y, por tanto, desarrollarnos. El miedo a la incertidumbre limita el proceso de cambio.
11. No huyas de los problemas
La vida no es un camino de rosas, y existen situaciones en las que es necesario afrontar los problemas que se nos presenta. Huir de ellos lo único que traerá consigo es que el problema empeore. Por lo que debemos ser valientes y buscar las soluciones apropiadas a estas situaciones difíciles.
12. Reflexiona
He comentado que los malos momentos pueden ser oportunidades para crecer, si sabemos sacar el lado positivo de las cosas malas. No obstante, una misma experiencia puede ser vivida de manera diferente por dos personas, principalmente por la reflexión posterior. Si se reflexiona de manera apropiada, es posible aprovechar el sufrimiento para ser mejores personas .
13. Sal de tu zona de confort
Igual que el miedo a la incertidumbre, un concepto que está muy relacionado con este, es la zona de confort. Este estado mental no nos permite cambiar, porque hace que nos sintamos cómodos y en un lugar aparentemente agradable, en el que no es necesario movilizar nuestros recursos y, por tanto, crecer como seres humanos. Para saber más, puedes leer nuestro artículo: “¿Cómo salir de tu zona de confort? 7 claves para lograrlo”
14. Ama lo que puedas
Amar es una de las sensaciones más agradables que podemos experimentar. Para ser felices, no solamente debemos amarnos a nosotros mismos, sino también a los demás,
15. Perdona
El perdón es una de las mejores decisiones si lo que queremos gozar de una buena salud psicológica, porque no solamente ayuda a la otra persona sino también a nosotros mismos, pues tienen un gran poder sanador.
16. Sé proactivo
Para afrontar la vida, debemos ser proactivos y no convertirnos en seres pasivos que esperan que la suerte les llegue sola. La suerte hay que buscarla. Por lo que es necesario estar siempre en movimiento, luchando por las oportunidades que la vida nos brinda.


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