Los 5 mitos sobre la ansiedad más comunes
Varias creencias erróneas que circulan acerca de esta forma de malestar tan común.
La ansiedad
es seguramente uno de los motivos de malestar psicológico más conocidos. En las sociedades modernas, debido al ritmo de trabajo y alta carga de
obligaciones que suelen tener los habitantes que, sobre todo, habitan en las
ciudades, se diagnostican cada vez más trastornos relacionados con la mala
gestión del estrés y la angustia. Tráfico, muchedumbre, contaminación, presión
en el trabajo o los problemas familiares son algunos de los causantes.
Sin embargo,
alertan algunos expertos de las creencias erróneas que existen acerca
de la ansiedad, los mitos sobre esta. Durante mucho tiempo, se han dado por
sentadas algunas ideas que, a día de hoy, han quedado tajantemente refutadas
por los diversos estudios al respecto.
¿Qué
es la ansiedad?
La ansiedad
es un estado o situación mental que nos provoca un estrés intenso, una
inseguridad por encima de lo habitual y que puede volverse crónico si
no tomamos las medidas necesarias para combatirlo. Se trata de una reacción
totalmente involuntaria que el cuerpo genera frente a estímulos, tanto externos
como internos, que son percibidos por las personas como una amenaza.
Generalmente,
este estado nos pone en estado de alerta hasta resolver el problema,
activa los mecanismos de defensa mentales y ello conlleva a situaciones de un
sentimiento muy preocupante, negativo. Los pensamientos obsesivos, la
incomodidad en la vida profesional, personal, son las causantes de la ansiedad.
Y el insomnio es uno
de los síntomas más comunes entre los individuos que padecen aflicción, hecho
que condiciona por igual nuestra integridad física (ir cansado al trabajo,
bajas defensas).
Otro
elemento a tener en cuenta es que la ansiedad, en un número muy elevado de
casos, se genera por un sentimiento basado en una preocupación sin base
real, imaginada. Esto es, que a veces las personas nos imaginamos o
proyectamos una situación negativa que no tiene por qué ocurrir, así como dar
excesiva importancia a un problema de consideración menor.
5
mitos de la ansiedad
En la
actualidad disponemos de herramientas de fácil acceso para poder determinar lo
que nos sucede si nos encontramos en una situación anómala que nos causa
ansiedad. Sin embargo, este progreso no se ha plasmado en el grado de
conocimiento que a nivel popular se tiene sobre este fenómeno psicológico. En
las siguientes líneas veremos los puntos más recurrentes a la hora de pensar del
modo incorrecto en la ansiedad.
1.
La ansiedad no es tan normal
Siempre le
restamos importancia a los momentos de estrés y preocupación. “Ya se te pasará,
lee un rato, sal a hacer deporte”. Son los consejos más frecuentes que
recíprocamente nos damos los unos a los otros. Grave error, no hay que
caer en la normalización de este problema. Solo en Estados Unidos, casi un
20% de la población sufre ansiedad, y esto tiene una repercusión clara sobre el
sistema de salud.
2.
No representa un grave problema
En la
Universidad de Columbia, EEUU, los profesores psiquiatras y especialistas en el
comportamiento humano, aconsejan no restarle importancia al fenómeno, ya
que puede derivar en trastornos. La ansiedad no viaja sola, y es
que esta misma puede transformarse en alteraciones de salud como la adicción a
sustancias nocivas como a un estado de depresión de larga duración.
3.
Los individuos con ansiedad son débiles y miedosas
Generalmente
se correlaciona el trastorno de ansiedad con el sentimiento del miedo. Es un
grave error, según los especialistas.
Cierto es
que muchos de los cuadros psíquicos revelan cierto grado de temor que
provoca ansiedad, pero no es una condición que debe darse de forma
imprescindible ni ligada únicamente a la baja autoestima. También los seres
humanos de fuerte mentalidad y personalidad sufren ansiedad.
4.
El tiempo lo cura todo
Los
investigadores de la Universidad de Columbia explican consejos a seguir cuando
se nos presente una situación de un amigo o familiar que presente síntomas de
ansiedad; por curioso que parezca, las personas recurren mucho a la
temporalidad para curar este tipo de trastornos, pero eso no funciona. Lo que
hay que hacer en estos casos es mostrar empatía, comprensión.
Tranquiliza mucho a los pacientes de la consulta.
5.
Un trauma como causante de la ansiedad
Ciertamente
se cae en la incorrecta diagnosis de las personas con ansiedad al aseverar que
esta proviene de un trauma o piedo pasado, así como una mala experiencia
prematura. Existen casos evidentes de ello, como los niños que crecen en un
ambiente hostil y de adultos manifiestan lo que no pudieron combatir. Pero la
realidad es que muy a menudo, este problema se basa en predisposiciones
genéticas y en ambientes ansiógenos en los que lo que funciona mal lo
hace durante largos periodos, no en hechos puntuales.