viernes, enero 12, 2018

Desarrollo Personal: satisfacción, bienestar y rendimiento

15 ESCALONES IMPRESCINDIBLES EN TU DESARROLLO PERSONAL


Todo camino tiene sus recodos, sus curvas, sus subidas y bajadas
… Momentos en que el pavimento se encuentra en buenas condiciones y otros en los que no, ratos en los que nos encontramos con muchas ganas para seguir caminando; por momentos, al contrario, se nos hace cuesta arriba. Quizás tengamos claro o no dónde está el final del camino, sin embargo decidimos seguir adelante.
En nuestro crecimiento personal sucede lo mismo. Hay diferentes momentos, diferentes escalones que debemos subir. Teniendo claro cuáles son, y que emociones típicas llevan consigo, podremos avanzar mejor. ¿Comenzamos?
Los niveles de la escala, desde el extremo de haber tocado fondo hasta el del bienestar completo, te propongo que los dividamos de la siguiente manera. Piensa en cada concepto respecto de tu vida, si te sientes identificado; quizás también puedas sacar algún ejemplo de tu día a día.

Escalones de crecimiento personal.

Quince pasos, quince emociones que debes conocer y saber gestionar. Ves poco a poco, visita los enlaces y haz los ejercicios. Estamos juntos en esto.

1. La vergüenza.

Hay algo en ti que tienes oculto, muy abajo de la superficie y de lo que los demás suelen conocer de ti. Quizás sea algo que pasó hace tiempo o de lo que te sientes culpable y avergonzado. Ello te ha condicionado y te ha influenciado, puede que impidiéndote hacer más cosas o seguir avanzando.
Da un paso más: escribe en una carta que sólo leerás tú acerca de aquello de lo que te sientes avergonzado. Este texto es para ti, así que sé honesto al completo cuando lo escribas. No te guardes nada.


2. El dolor.

Sentir dolor es parte natural de nuestra existencia, pero si es excesivo puede impedir el cambio. Esto va referido a posibles bloqueos, más o menos conscientes. El dolor, sin embargo, es energía, y puedes utilizarla para transformarte.
Da un paso más: si hay algo que todavía te causa mucho dolor, es una herida que debe sanarse. Averigua con quien puedes y que te pueda ayuda, un psicólogo especializado en psicología clínica y psicoterapia te puede ser de mucha utilidad.


3. La apatía.

Puede darse un momento en que uno ya se haya ido librando del dolor y de la vergüenza, pero la apatía o una cierta falta de energía venga. En este punto podemos comenzar a imaginarnos dónde podemos y queremos llegar, que quizás no tengamos claro.

4. La culpa.

¿Te das permiso a ti mismo para cambiar? ¿Te haces merecedor@ de lo bueno que pueda venirte? Ya no es vergüenza como en el escalón 1, si no culpa por el cambio. Parece paradójico pero nos podemos sentir muy fácilmente culpables por cambiar, además esto puede chocar en las personas de nuestro alrededor y dificultarnoslo.


5. El miedo.

El miedo es un obstáculo grande… que puedes utilizar. El miedo, al igual que el dolor, se puede utilizar como energía en movimiento para hacerte seguir funcionando. ¿Tienes miedo? Eso significa que estás vivo y anhelas conseguir cosas, lo cual es bueno.


6. El deseo.

Aquí ya se están produciendo cambios psicológicos. Hay un anhelo,  claro, pero quizás nuestro anhelo aún no está bien dirigido. Atinando mejor en lo que queremos y en porqué lo queremos iremos logrando más fácilmente.
Da un paso más: todo lugar que nos permita reconectar con nosotros mismos nos va a ayudar en nuestro crecimiento personal. Una playa tranquila al atardecer, la casa del pueblo, un jardín de nuestra ciudad… Reconecta contigo y con lo que de verdad deseas.


7. La ira.

Aunque la ira parezca algo negativo (de hecho es una emoción negativa) aquí también vamos a utilizarla para crecer. Esa furia intensa de nuevo puede servirnos. Quizás te diste cuenta que podías haber iniciado este camino antes y te encolerizas, perdiste mucho tiempo… La ira, como toda emoción, tiene su porqué y su función.
Da un paso más: dirige bien tu ira. Al final es energía que puedes poner en movimiento. ¿Por qué no aplicarla a alguna actividad? Quizás haciendo deporte, musculación, creación artística, pensar en nuevos proyectos… Proyéctala hacia lo que te interese.

8. El orgullo.

Aquí estamos hablando del ego, que entra en conflicto con lo que éramos, con lo que nos estamos convirtiendo y con los demás. Recuerda lo que decíamos, sobre si has observado que cuando cambiamos nuestra forma de ser y nuestra conducta a veces en nuestro entorno esto no se recibe bien. Alteramos el status quo y nuestro ego puede verse en un dilema.


9. La valentía.

Si hay un concepto fundamental a la hora de encarar nuestro desarrollo personal es el de la valentía, el de atreverse a soñar e ir dando los pasos adecuados. La valentía implica atrevimiento, pese a los obstáculos que pudiéramos encontrar.
Da un paso más: de pequeños escribíamos cartas a los Reyes Magos. De mayores podemos hacer algo parecido, escribir una carta donde incluiremos todo aquello que nos gustaría tener, sentir o gozar. 


10. La voluntad.

Respecto al paso anterior, la volición nos permite seguir avanzando. Se resumiría en la afirmación “Quiero hacerlo y voy a hacerlo”. Además de darse permiso, lo que estamos procurando aquí es dejar salir esa motivación, esa energía hacia el cambio. Pese a las barreras que pudieran surgir, estamos dispuesto a encararlas, ya que tenemos la decisión de hacerlo.


11. La aceptación.

En el sentido de neutralidad, recuerda al pensamiento de que las cosas ni son buenas ni son malas per se, si no que dependen de otras circunstancias que no están bajo nuestro control, al menos de manera completa.
Da un paso más: este puede ser un buen concepto para discutir con amigos. ¿Qué cosas nos hemos dado cuenta que no podíamos cambiar y cuáles, por el contrario, vimos que de hecho sí podíamos modificarlas?


12. La razón.

El término razón tiene diferentes significados; aquí vamos a utilizar el poder analizar de manera racional lo que nos pasa. Además este es uno de los objetivos de la terapia cognitivo-conductual, que ha demostrado su eficacia a la hora de promover cambios personales.
Da un paso más: este concepto puede ser abordado en un nivel inicial mediante el conocido esquema ABC del psicólogo Albert Ellis. A sería los acontecimientos de la vida, lo que nos sucede; B vendrían a ser los pensamientos que inevitablemente tenemos al pasarnos cosas. C, por su parte, serían las consecuencias de lo que nos pasa y de lo que pensamos, a nivel conductual y emocional. ¿Puedes sacar un ABC de algo que te haya sucedido recientemente?


13. El amor.

El gozo por lo que nos sucede en la vida. Este es un escalón al que personalmente siempre quiero llegar en mi trabajo en la consulta, mediante la psicoterapia. Amor en sentido amplio: hacia nosotros mismos, hacia nuestras relaciones íntimas (pareja, familia y amigos) y hacia las personas y el mundo en que habitamos.


14. La paz.

La paz interior es ese punto donde nos encontramos en calma con nosotros mismos. Ello no significa que no haya conflictos ni problemas en nuestra vida, si no que estos no nos afectarán en demasía, que no alterarán nuestro ser. Estamos en armonía tanto con nosotros como con los demás.
Da un paso más: hay técnicas y herramientas muy diferentes para ello. Te recomendaré una, la meditación. Igualmente dentro de la meditación hay corrientes y técnicas diversas. En este artículo cuento mi experiencia con la meditación, espero que te sirva.


15. La iluminación.

En este escalón nuestra mente recibe y filtra la realidad de forma muy clara y nos sentimos equilibrados, con un enfoque de vida preclara.
Da un paso más: aquí más que dar un paso más, lo que vamos a hacer es echar la vista atrás y ver cómo ha sido nuestro proceso. Aquí nos vamos a premiar; no se llega a este punto al azar y de casualidad. Nos felicitaremos por lo conseguido y nos quedaremos con esta sensación.
En conclusión, estos son diferentes estadíos que podemos atravesar. Quiero recalcar que este proceso no es lineal; es decir, podremos ir avanzando en estos escalones, luego volver atrás, seguir avanzando después…
Puede que nos quedemos atascados en uno de ellos, pero esto nos puede hacer reflexionar sobre como seguir avanzando. Imagínate el proceso como una tela de araña, más que como una línea recta.
¿Cuál es tu escalón dominante ahora mismo? Planteate cómo seguir avanzando. Nuevos escalones, nuevas vivencias, nuevas emociones: siempre valdrá la pena.

http://www.antonimartinezpsicologo.com/15-escalones-imprescindibles-en-tu-desarrollo-personal