Los 10 beneficios psicológicos de practicar ejercicio físico
Los beneficios de practicar deporte para mejorar la calidad de vida y la salud en general
Mucha gente
se apunta al gimnasio para mejorar su salud cardiovascular, para ganar músculo
o para tener un cuerpo de película. Sin embargo, hay otros efectos positivos
que podemos conseguir con la práctica de actividad física regular, como son
los beneficios psicológicos.
Beneficios
psicológicos al hacer deporte: ¡practicar ejercicio es sano para tu mente!
Durante las
últimas décadas, los investigadores han ido descubriendo cómo practicar ejercicio
puede mejorar nuestras funciones cognitivas, e independientemente de la
edad o la condición física, los estudios han demostrado que dedicar un tiempo
para el ejercicio también produce muchos beneficios para nuestro
bienestar mental. “Ejercitarse regularmente es bueno para el humor,
la memoria o el aprendizaje”, explica el psiquiatra
John Ratey de la Escuela de Medicina de Harvard, autor del libro “La Ciencia
Nueva y Revolucionaria del Ejercicio y el Cerebro”.
Si
acostumbras a practicar ejercicio a diario o si eres de los que te cuesta
ponerte el chándal, presta atención a las siguientes líneas. A continuación,
desde Psicología y Mente, os presentamos los 10 beneficios
psicológicos de practicar ejercicio.
1.
Produce químicos de la felicidad
Correr unos
cuantos kilómetros puede ser duro, ¡pero merece la pena! El
ejercicio favorece la liberación de endorfinas, unas sustancias
químicas que producen sensación de felicidad y euforia.
Los estudios
han demostrado que incluso pueden aliviar síntomas de una depresión. Por este motivo, los psicólogos recomiendan que
las personas que sufren depresión o ansiedad mejoren su calidad de
vida incluyendo el ejercicio en sus vidas. Si no eres una de esas personas que
practica actividad física a diario, con practicar ejercicio 3 días a la semana
durante media hora puedes mejorar tu humor instantáneamente.
2.
Reduce el estrés
Después de
un duro día de trabajo, no hay nada mejor que ir a desconectar jugando al
pádel, pisando el gimnasio o corriendo por la playa. Uno de los beneficios
psicológicos de la práctica de actividad física es que reduce el estrés.
Además, el
ejercicio también incrementa la producción de norepirefrina (noradrenalina),
un químico que puede moderar la respuesta del cerebro al estrés. Así que ponte
la ropa de deporte y a sudar un poquito, que el ejercicio mejora la habilidad
de nuestro cuerpo a la hora de tratar con la tensión que el estrés produce
después de tanta oficina y tantas preocupaciones del día a día.
3.
Mejora la autoestima
Verte mejor
físicamente te hará sentir bien. El ejercicio continuo mejorará la imagen de ti
mismo y mejorara tu autoestima. Independientemente del
peso, la edad o el sexo, el ejercicio físico puede elevar la percepción
positiva del atractivo de uno mismo, y en consecuencia, hacer que te
valores más.
4.
Mejora tus relaciones sociales
A medida que
la percepción de ti mismo y tu salud emocional mejoran, tus relaciones
sociales también pueden mejorar. Debido a tu aumento de autoconfianza tendrás más
posibilidades de llegar a los demás, y si participas en clases dirigidas o
realizas deporte en grupo, es de esperar que conozcas gente nueva.
5.
Alivia la ansiedad
Los neurotransmisores liberados durante
y después de practicar ejercicio pueden ayudar a la gente que sufre ansiedad a
calmarse. Un paseo en bicicleta o algún ejercicio aeróbico de media o alta
intensidad, pueden reducir los síntomas que la ansiedad produce.
El deporte y el ejercicio, por tanto, no solo sirven para quemar grasa o ganar
músculo.
6.
Previene el deterioro cognitivo
A medida que
nos hacemos mayores se incrementa el riesgo de sufrir enfermedades
degenerativas como el Alzheimer, especialmente a partir de los 45
años. Realizando actividad física principalmente entre los 25 y los 45 años se
consigue aumentar las sustancias químicas del cerebro que previenen la
degeneración de las neuronas del hipocampo.
Además,
practicar ejercicio físico de forma regular y adaptando la exigencia para
mayores, está asociado con un menor riesgo de mortalidad. Principalmente, como
consecuencia de un efecto protector cardiovascular, la actividad física
disminuye el riesgo de sufrir un infarto cerebral y mejora la
función cognitiva reduciendo el riesgo de padecer demencia y Alzheimer.
7.
Mejora tu memoria
Practicar
ejercicio regularmente mejora tu memoria y la habilidad de
aprender cosas nuevas, pues incrementa la producción de células del hipocampo
que son responsables de la memoria y el aprendizaje. La investigación en este
campo relaciona positivamente el desarrollo cerebral de los niños con la
condición física de los mismos.
Esto no
solamente sucede en el caso de los menores, los mayores también pueden mejorar
su memoria entrenando. Un estudio de Winter y Breitenstein (2007),
demostró que realizar sprints mejora la adquisición y
retención del vocabulario en los adultos.
8.
Aumenta tu capacidad cerebral
Al hacer
ejercicio tu cerebro produce más neuronas y más conexiones entre ellas,
fenómeno que se conoce como neurogénesis. Por lo tanto, tu cerebro
ganará forma y aumentará su capacidad de aprendizaje.
En una
investigación de Vaynman, Ying y Gomez-Pinilla, se demostró que un
entrenamiento intenso aumenta los niveles de una proteína conocida como BDNF
(Brain Derived Neurotrophic Factor) que se encuentra en el cerebro, y que se
cree que influye positivamente en la toma de decisiones, en el pensamiento y el
aprendizaje.
9.
Te ayuda a ser más productivo
Una
investigación de Schwarz y Hasson (2011) concluyó que los
trabajadores que practican ejercicio o deporte regularmente son más
productivos y tienen más energía que sus compañeros sedentarios.
Además, si
acudimos a practicar deporte al mediodía, en la pausa de la comida, o antes de
ir a trabajar, la actividad nos ayudará a mantenernos más activos a lo largo de
la jornada, evitando momentos de bajón o de falta de atención en el trabajo.
10.
Ayuda a controlar la adicción
El cerebro
libera dopamina (el neurotransmisor de la recompensa) en
respuesta a un estímulo placentero como el sexo, las drogas o los alimentos.
Desafortunadamente, hay gente que se vuelve adicta y dependiente a las
sustancias que producen su liberación en grandes cantidades. La práctica de
ejercicio puede ayudar en la recuperación del adicto, pues las sesiones cortas
de ejercicio tienen un efecto positivo en los adictos al alcohol o las drogas
al postergar el “carving” (al menos a corto plazo).
El abuso de
alcohol, además, impide la normalidad en la vida del adicto. Una consecuencia
negativa del consumo excesivo de esta sustancia es que interrumpe los
ritmos circadianos, y como resultado, los alcohólicos tienen dificultades
para dormir o permanecer dormidos si no consumen alcohol. Practicar ejercicio
puede ayudar a reiniciar el reloj biológico y ayuda a conciliar el sueño.
Concluyendo
En resumen,
el ejercicio físico es natural, es fácil, te ayuda a mejorar la calidad de
vida, aumenta tu autoestima, previene enfermedades y mejora tu aprendizaje.
Después de leer esto, ¿aún vas a querer renunciar a estos
beneficios?
https://psicologiaymente.net/deporte/10-beneficios-psicologicos-practicar-ejercicio