Cómo
enseñar a tus hijos a tolerar la frustración, en 6 pasos
Saber lidiar con
los problemas de la vida desde pequeños es necesario para valerse por uno
mismo.
Los padres
queremos lo mejor para nuestros hijos, y en ese
intento de darles todo, podemos caer en el error de no dejarles desarrollarse
como personas ni permitirles experimentar la vida por ellos mismos. Estos
comportamientos, que pueden parecer grandes muestras de amor y protección, a la
larga causan que los niños y niñas no adquieran algunas habilidades para hacer
frente a la vida y que pueden ser útiles en su futuro, cuando solamente
dependan de ellos mismos.
Una de estas
habilidades es la tolerancia a la frustración, que está
íntimamente relacionada con la resiliencia y la capacidada de las personas de
hacer frente a las situaciones menos agradables. Las personas con baja
tolerancia a la frustración tienen serias dificultades para controlar sus
emociones, son muy vulnerables al dolor emocional,
son impulsivas e impacientes y tienen dificultades para adaptarse a los
entornos cambiantes.
Aprender
a tolerar la frustración es clave para el bienestar de los hijos
La
tolerancia a la frustración es un concepto que desarrolló Albert Ellis, un
conocido psicólogo del que hablamos en nuestro artículo “La Terapia Racional
Emotiva Conductual (TREC) de Albert Ellis”.
Y es que
soportar o tolerar la frustración es necesario para hacer frente a las
adversidades que puede presentar la vida o los momentos malos que a veces nos
toca vivir. De lo contrario, podemos convertirnos en personas vulnerables en
estas situaciones o personas emocionalmente dependientes en las relaciones
interpersonales. La vida a veces nos presenta problemas, y debemos ser
capaces de hacerles frente y solucionarlos en vez de huir de ellos.
Cuando las
cosas no salen como deseamos o las expectativas que teníamos en mente no se
cumplen, puede aparecer la frustración que si no se tolera da paso a tristeza ,
decepción, angusta, ansiedad y desilusión.
Por
tanto, tolerar la frustración es ser capaz de afrontar los problemas
que se presentena pesar del malestar y el dolor que causa, lo que permite
adaptarse mejor a las situaciones y, por tanto, reaccionar de manera adecuada.
A la hora de educar a las nuevas generaciones, esto es sumamente importante.
Claves
para enseñar a tus hijos a tolerar la frustración
Por suerte,
es posible trabajar la tolerancia a la frustración. En las siguientes líneas te
damos algunas claves para poder educar a tus hijos para que sean más
tolerantes a la frustración.
1.
Educar con valores como el esfuerzo
Cuando
educamos a nuestro hijo, debemos de pensar en los valores que está adquiriendo.
Puede que pensemos que regalándole la mejor ropa o los juguetes que desea sin
que le suponga esfuerzo es una acción de buen padre. Sin embargo, debemos educarle
de manera que entienda que las cosas que recibe son consecuencia de su esfuerzo.
De esta manera, aprenderá que en la vida, si quiere algo, tiene que luchar por
ello. No siempre le van a venir las cosas regaladas.
2.
Enséñale a marcarse y cumplir objetivos realistas
La
frustración aparece muchas veces porque nos ponemos objetivos que son
irracionales e inalcanzables. Cuando tenemos expectativas muy altas y no las
cumplimos, entonces podemos sufrir por ello. Marcarse objetivos realista y
cumplirlos nos enseña a ser maduros y racionales, y nos deja claro que debemos
evitar aquellas situaciones que nos llevan a sentirnos frustrados y, por tanto,
a sufrir.
3.
Ser coherentes y dar ejemplo
A la hora de
educar a un hijo siempre debemos ser coherentes con lo que les decimos,
porque somos modelos para ellos. Si tenemos la intención de
educarles en valores y luego nosotros mismos somos incapaces de aplicar lo que
les estamos enseñando, el aprendizaje no se producirá. Por tanto, nuestra
manera de actuar afecta a cómo nuestros hijo se desarrollan, pues el
aprendizaje vicario es especialmente importante a estas edades.
4.
No ceder a los berrinches
Ceder a los
berrinches es una forma de reforzar conductas negativas, y causa que un hijo
aprenda que puede conseguir lo que quiera simplemente por el hecho de llorar o
pegar pataletas. Cuando cedemos ante sus berrinches, le estamos
haciendo llegar el mensaje de que puede conseguir lo que quiera actuando así, y
no le dejaremos tiempo para reflexionar sobre la frustración de no salirse con
la suya. A veces, sufrir un poco es bueno para aprender lecciones valiosas.
5.
Poner límites a tu hijo
Los niños y
adolescentes deben tener límites claros para
saber cómo actuar. Eso no quiere decir que debamos ser autoritarios con ellos,
simplemente hacerles entender que hay ciertas conductas que tienen
consecuencias negativas para ellos.
Si le damos
manga ancha a un niño para que haga lo que quiera, siempre va a salirse con la
suya y, por tanto, no valorará nada. Cuando se encuentre en situaciones en las
que las cosas no salen como desea sentirá una gran sensación de fracaso por no
haber aprendido de las experiencias poco agradables del pasado.
6.
Ayudarle a aprender de la frustración
Siguiendo el
punto anterior, las experiencias difíciles son una gran oportunidad
para aprender cosas nuevas, porque aunque muchas veces no seamos
conscientes, del dolor también se aprende. De hecho, el aprendizaje
experiencial es una de las mejores formas de aprender. Ahora bien, siempre que
aprendamos de la experiencia a través de la autorreflexión.
https://psicologiaymente.net/desarrollo/ensenar-a-hijos-tolerar-frustracion