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¿Estás cuidando tu
alimentación social?
En parte, lo que somos tiene que ver con las personas de
las que nos rodeamos habitualmente.
Cuando escuchamos hablar de alimentación sana, a menudo
pensamos en tomar alimentos beneficiosos para cuidar nuestra salud física.
Pero... ¿pensamos en el alimento social que estamos tomando cada día? ¿Estamos
rodeándonos de las personas adecuadas de las cuales también nos alimentamos?
Al igual que nos preocupamos de cuidar nuestra dieta y
alimentación para tener buena salud física, tenemos que pensar en otro alimento
fundamental del cual nos nutrimos sin ser demasiado conscientes: las personas.
La importancia de las relaciones sociales
De la misma manera que hay alimentos que perjudican nuestra
salud y otros que son beneficiosos y nuestra dieta debe estar basada en su
consumo, lo mismo ocurre con los seres humanos. Estos son parte del alimento
que consumimos a diario, por lo que nuestra “alimentación social” o “dieta
social” debe debe estar basada en rodearnos de aquellos que supongan un verdadero aporte
para nosotros.
Haz el siguiente esfuerzo y piensa en las cinco personas
con las que pasas más tiempo. ¿Cómo son? ¿Crees que hay algo de ellos en ti?
Reflexiona sobre quién de esa lista suma en tu vida, quién resta o simplemente
te deja tal cual; sobre quién te ayudará a conseguir el siguiente nivel que
deseas lograr. ¿Queremos personas que nos empujen hacia arriba o hacia abajo?
Si lo que quieres es conseguir tus metas, será esencial
rodearte de individuos que, de alguna manera, te ayuden a perseguir esas metas,
y alejarte de las que de ninguna manera te suman o mucho peor, te restan a la
hora de conseguir tus objetivos. ¿Acaso alguien que quiere superar su problema
con la bebida lo podría lograr si sus mejores amigos tuvieran el mismo
problema?
Cada ser humano que pasa por nuestra vida de forma más o menos
significativa deja una especie de
huella en nosotros. Por ello, trata de rodearte de personas que son un modelo a
seguir para ti, que ya tienen lo que tú quieres conseguir. Si lo que quieres es
ser una persona más ambiciosa que lucha por lograr tus metas, rodéate de
aquellos que ya han logrado o están logrando lo que se propusieron un día.
Si lo que quieres es ser mejor persona, rodéate de aquellas
que hagan el bien. Si lo que quieres es adoptar una actitud más optimista ante
la vida,
rodéate de gente positiva. Los artistas se rodean de artistas, los
emprendedores de emprendedores, los bebedores de bebedores...
El potencial de las personas que nos rodean: alimentación social
Las personas pueden despertar inquietudes, ser motor de
cambio, enseñarnos y hacernos crecer. O, por el contrario, influenciarnos
negativamente y chupar nuestra energía. En nuestra elección está elegir las
personas de las cuales nos rodeamos y decidir si tenemos que hacer grandes o
pequeñas modificaciones en nuestra vida social: si tenemos que dedicar más
tiempo a aquellas que sumen y menos a las que no o, si fuera el caso, alejarnos de
aquellas personas tóxicas que nos restan potencial.
Tanto si lo que queremos es dedicarle más tiempo individuos
de nuestro círculo social como si queremos acercarnos a aquellos que pueden
ayudarnos a conseguir lo que queremos, la clave está en mostrar un interés
sincero por la vida de los demás. Para ello, tendrás que hablar con ellos
habitualmente para que la relación se fortalezca.
Para mejorar tus habilidades sociales, tendrás que tener en
cuenta, inicialmente, ciertos puntos clave:
Aprende a escuchar.
Aprende a hacer cumplidos.
Pregunta y comparte experiencias, sentimientos y opiniones desde
la asertividad.
No juzgues lo que te digan.
Cuida tu lenguaje corporal para mostrar interés.
No olvidemos a la autoestima
Además de lo anterior, para saber rodearse bien y elegir
conscientemente nuestro círculo social primero hay que aprender a estar feliz
con uno mismo. Si no piensas en ti y te respetas, difícilmente podrás construir
relaciones sanas, porque estarás buscando en otros eso que a ti te falta de una
forma poco adaptativa. Cuando, por el contrario, sabes que tu felicidad no
depende de otros, te vuelves más consciente de cuáles son las relaciones que te aportan y cuales no y desarrollarás la capacidad para
elegir mejor el ambiente del cual te nutres.
Por ello, deberás aprender a ganar confianza en ti mismo y
en las decisiones que tomes, a aceptarte tal como eres y, cuando haya algo que quieras cambiar,
trabajar en tu propio desarrollo personal desde el respeto. En
definitiva, tendrás que aprender a quererte. Tu autoestima, fuerza interior y
alegría serán unas buenas aliadas para ser una persona más atractiva y tendrás
más facilidad de acercarte a quien te propongas.
En mayor o menor medida, nos guste más o menos, que las
personas nos influencian es un hecho, ya sea de manera positiva o negativa.
Somos seres sociales, y como tales, aprendemos por aprendizaje vicario (u
observacional), es decir, aprendemos observando lo que hacen los demás; y lo
hacemos desde pequeños. El proceso cognitivo que entra en juego es la
proyección de uno mismo sobre las acciones del otro.
No dejes que el azar decida por ti el círculo social del
que te rodeas. Sé tú el responsable de elegir de quien te vas a nutrir y de
quien no. Aléjate de las personas tóxicas que chupan tu energía y rodéate de
aquellas que riegan y hacen crecer las semillas que tú vas sembrando. De
personas que, incluso, siembran otras semillas en tu propio camino para que
nuevos brotes crezcan.
por Inmaculada Domínguez Rodríguez