Cómo discutir con tu pareja de manera constructiva: 8 consejos
Varias ideas para
encarar las discusiones sin dejar que los sentimientos negativos la
obstaculicen.
Las discusiones de pareja son algo prácticamente
inevitable. Tarde o temprano, en una relación amorosa aparecen momentos en los
que hay conflictos de intereses o de expectativas, o bien surgen malentendidos.
Así pues, el problema no es si discutir o no hacerlo,
sino cómo hacerlo. En este artículo veremos algunas ideas
claves acerca de cómo discutir con tu pareja del modo más constructivo posible.
Cómo discutir con
tu pareja gestionando bien la comunicación
Está claro que las discusiones son frecuentes, y
prácticamente todo el mundo ha pasado por ellas. Sin embargo, también es cierto
que tendemos a asociar la palabra “discusión” con momentos de gran enfado en
los que dos o más personas se gritan y expresan su frustración, a pesar de que
esto no es así.
En realidad, discutir solo significa tratar un
problema y las razones a favor o en contra de dos maneras de abordarlo, independientemente de si hay sentimientos de enfado o no.
Por supuesto, cuanto más personal e íntima sea una
relación personal, más delicadas son las discusiones, por lo que conviene saber
gestionarla. Y el ámbito de la pareja es uno de los ejemplos de esto.
Así pues, veamos varios consejos sobre cómo
discutir con tu pareja de manera constructiva y orientada a la resolución de conflictos mediante el diálogo.
1. Detectad el
problema fundamental a tratar
Este es el primer paso necesario para discutir de
manera constructiva. Es algo que debe ser hecho entre los dos miembros de la
pareja, y que ayuda a encarrilar la discusión y a dar herramientas para no dejar que se cambie de tema.
2. Afronta la
discusión como un asunto comunicativo
Hay quienes se sienten tentados de convertir las
discusiones en una batalla en la que deben quedar vencedores y vencidos. Esta
lógica frentista es totalmente contraria a la naturaleza de las discusiones
constructivas, que son abordadas como un fenómeno comunicativo.
3. Distingue los
sentimientos de los hechos
Es fundamental que en una relación amorosa se
distinga entre lo que se siente y lo que se hace, puesto que solo lo
segundo puede ser conocido por el otro a partir de hechos objetivos.
Así, si en una discusión aparecen quejas sobre lo
mal que uno se siente en ciertas circunstancias relacionadas con la vida
amorosa en común, hay que entender que eso en sí mismo no es algo que la otra
persona ha hecho. Lo que sí se puede tratar atribuyendo responsabilidades es
aquello que ha sido hecho por la otra persona y que ha podido facilitar el
surgimiento de esas emociones.
4. Hay que saber
utilizar las pausas
En los momentos en los que parezca que alguna de
las personas involucradas en la discusión de pareja empieza a sentirse
visiblemente frustrada y enfadada, hay que dejar una breve pausa que sirva para bajar el tono y relajarse. Esto puede ser comunicado de manera explícita,
dado que es un motivo perfectamente válido para postergar unos minutos o
segundos el intercambio de argumentos.
5. No saques a
discusión viejos conflictos
Otro de los asuntos relacionados con la renuncia a
las discusiones como contextos en los que “vencer” al otro es la renuncia a usar estos momentos para desahogarse y querer acusar al otro por cualquier tema
que no venga al caso, utilizando cualquier excusa.
Cualquier intento de cambiar de tema para sacar a
relucir viejas rencillas personales debe ser visto como una bandera roja,
motivo en sí mismo para no dar explicaciones sobre ese tema y redirigir la
discusión hacia el tema tratado.
6. No interrumpáis
Algo tan sencillo como esencial. Si no se respeta
este principio, de manera natural el tono
de la voz va a ir elevándose, haciendo que también cambie el tipo de
implicación personal que se imprime sobre la discusión y entrando en la lógica
competitiva por ser quien tiene la última palabra.
7. Reformulad lo
que el otro dice
En momentos clave en los que ambos habéis expuesto
vuestras ideas fundamentales, es bueno intentar explicar con las palabras de
uno mismo lo que el otro ha dicho. Esto sirve tanto para mostrar respeto hacia
las ideas del otro como para ayudar a comprender mejor a la otra persona, al
darle la oportunidad de corregirnos.
8. Practicad la
asertividad
Los excesos relacionados con la ira y el enfado no
es el único problema a prevenir en una discusión de pareja. Además, existe el riesgo de que una de las partes involucradas no
diga todo lo que piensa al
respecto del tema tratado, ya sea por inseguridad o por la adopción de una
actitud pasivo-agresiva.
Referencias
bibliográficas:
·
Harvey, J. H., Ormarzu, J.
(1997). "Minding the close relationship". Personality and Social
Psychology Review. 1: pp.
223 - 239.
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Tennov, Dorothy (1979).
Love and Limerence: the Experience of Being in Love. Nueva York: Stein and Day.
·
Townsend, J. (1998).
"What Women Want, What Men Want" Oxford University Press, United
Kingdom.
·
por Arturo
Torres