William Torres te invita a su próximo evento.Manejo del ESTRÉS 27 de Octubre 2018
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Diferencias entre estrés y
ansiedad
El estrés es un proceso
psicológico complejo que implica actividades tanto emocionales como
motivacionales. Este proceso habitualmente ha sido mal definido, por
parcializarle e indiferenciable de otros procesos emocionales, como por ejemplo
de la ansiedad, la ira, la hostilidad, etc.
El estrés fue definido, en
primer lugar, por Hans Selye (o János Selye en húngaro, como gustaba de usar)
un estudiante de segundo de medicina de la Universidad de Praga, que buscaba un
diagnóstico diferencial para ciertos pacientes que presentaban una misma serie
de respuestas o síndrome -pérdida de apetito, reducción de la fuerza muscular,
elevación de la presión arterial y carencia de iniciativa-, ante diferentes
situaciones e indiferentemente del trastorno que padecieran, llegando a definir
once años después este síndrome como estrés, aunque en ese primer momento
simplemente lo definió como el “síndrome de sólo estar enfermo”. El desarrollo
del estrés se produjo espectacularmente coincidiendo con las grandes
contiendas, así durante la segunda guerra mundial se estudió bajo la
perspectiva del rendimiento en el combate y la vulnerabilidad a las lesiones,
durante la guerra de Corea se realizaron importantes estudios sobre las
secreciones hormonales asociadas al estrés, y durante la guerra de Vietnam se
realizaron importantes estudios sobre los efectos psicológicos y
psicofisiológicos de éste.
En la actualidad, este interés
se mantiene desde el campo de la psicología del trabajo, siendo una derivación
directa de parte de los trabajos militares; el interés por el estudio de los
trastornos psicofisiológicos desde la psicología de la salud, trastornos que
son consecuencia del propio estrés; el interés desde la psicología clínica y en
especial de la modificación de conducta por actividades preventivas, para
alguna de las cuales el modelo sindromático del estrés, de la cual carece la
modificación de conducta, le da un marco conceptual adecuado; y, por último, se
produce un interés en la psicología por el proceso en sí mismo, independientemente
de los campos de aplicación.
Diferenciación entre estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad presentan muchos aspectos comunes, que
hace que en determinadas ocasiones aparezcan como procesos indiferenciados,
incluso en la literatura más especializada. Por ello intentaremos en primer
lugar delimitar las principales diferencias entre ambos conceptos, al tiempo
que así perfilamos el propio concepto de estrés.
El primer punto de
diferenciación entre el estrés y la ansiedad lo encontramos en el diferente
origen de ambos conceptos, así el concepto de estrés surge en el campo médico
trasladándose posteriormente al campo de la psicología de la salud, donde se
desarrolló ampliamente y, por último, llega al campo de la psicología de la
motivación y la emoción. Por contra, el concepto de ansiedad surge en el seno
de la propia psicología, dentro del campo de la psicología clínica,
inscribiéndose posteriormente dentro de los procesos psicológicos generales.
Sin embargo, al mismo tiempo la psicología existencial superponía ambos
conceptos, creando una confusión entre ambos aún hoy no superada.
Los
niveles de análisis tanto del estrés como de la ansiedad, se han realizado en
función de sus consecuencias sobre la conducta manifiesta, los
procesos cognitivos y la actividad psicofisiológica. En niveles extremos, ambos
procesos presentan un patrón de respuesta equivalente, lo que lleva a
equivocarlos, sin embargo en niveles bajos y moderados, los efectos de ambos se
gradúan de forma diferencial en el tiempo, así en el caso del estrés los primeros efectos que
aparecen son de tipo psicofisiológico (los que se reflejan en el cuerpo),
mientras que en la ansiedad los primeros en aparecer son los cognitivos (se
reflejan a modo de pensamientos y preocupaciones) y los últimos los
psicofisiológicos. La relación entre niveles de estrés y efectos
psicofisiológicos es prácticamente lineal, a mayor nivel de estrés mas activación psicofisiológica;
mientras que en el caso de la ansiedad las consecuencias psicofisiológicas solo
aparecen de forma súbita coincidiendo con niveles extremadamente
altos de ansiedad.
Por último, el estrés puede considerarse una emoción
bidireccional, es decir, se comporta como una emoción positiva bajo
ciertas condiciones (lo que llamamos eustres) y lo hace de forma negativa
cuando se sobrepasa un determinado nivel óptimo (lo que conocemos como
distres). Además,
el estrés, actúa al mismo tiempo como una motivación energetizando y
direccionando el comportamiento. Por contra, la ansiedad es tan solo una emoción y
exclusivamente negativa, de tal manera que sus efecto son siempre indeseados y
se producen desde el primer momento en que aparece este proceso.
FASES ESTRES
El concepto de estrés
Actualmente el estrés se describe dentro de un proceso dinámico,
multidimensional e interactivo de varios procesos, donde los
aspectos implicados en el estrés son principalmente los sucesos estresantes o
estresores (condiciones ambientales, sucesos reales o imaginados), la
valoración cognitiva del sujeto, la respuesta de estrés (mecanismo fisiológico
de mediación) y las consecuencias de tal actuación.
El estrés no puede entenderse solo desde su perspectiva
negativa, ni desde la positiva. El
estrés implica la mayor parte de las veces una combinación de ambos tipos de
efectos. Es primariamente positivo, puesto que es un proceso adaptativo, que
actúa como energizante y motivador para una amplísima gama de actividades
humanas. Y secundariamente sería negativa, como excepción a la regla anterior o
como efectos secundarios no deseables.
Pero cuales son las
condiciones específicas que hacen en una situación concreta que los factores
negativos pesen más que los positivos o cuales son esas excepciones a la regla
general de estrés como proceso adaptativo. A la luz de la revisión realizada
podríamos concretar estas condiciones que potencian los factores negativos en
los siguientes puntos:
A.- El mantenimiento de las condiciones
estresoras o la frecuente activación del
proceso lleva a las fases de resistencia y agotamiento, pero este mantenimiento
y activación depende de la capacidad psicológica de tolerancia al estrés, más
que del tiempo de presencia del propio
B.- Los altos niveles de intensidad del
estresor, de nuevo está mas relacionado con procesos psicológicos,
tales como la valoración y la capacidad para afrontarle, más que la propia
intensidad física del estresor.
C.- Las esterotipias en la activación
psicofisiológica (formas
particulares de responder al estrés) , también responden más a procesos
psicológicos, además de otras condiciones biológicas, y no a las condiciones
desencadenantes de la respuesta de estrés.
D.- Las esterotipias en el patrón temporal de
reacción al estrés, responde al efectos de acumulación psicológica.
E.- El distres o estrés desagradable, que depende del grado de control que la persona
pueda ejercer sobre el estresor y de la dificultad que le plantee el ejercicio
de tal control.
F.- El estilo de afrontamiento (maneras en que valoramos una situación como
estresante) , que responde a una sobregeneralización de estrategias de
afrontamiento al estrés y a condiciones socioculturales y no al proceso mismo.
G.- Las reaciones afectivas negativas desencadenadas en los procesos de valoración,
dependen totalmente de las experiencias anteriores, de las creecias, valores y
de su propia autoestima
H.- La fatiga inherente a los procesos
psicológicos de afrontamiento, que dependen totalmente de las
capacidades psicológicas de la persona y no del proceso.
Así pues, podemos concluir que el estrés es un proceso
psicológico positivo, que puede ir acompañado de efectos negativos, pero que
estos efectos negativos no son en ningún caso inherentes al propio estrés, sino
que provienen de los propios procesos psicológicos movilizados por la persona.