Por qué tener
parejas imperfectas nos hace felices en el amor
Mantener unas expectativas sanas en
el amor ayuda a encontrar el amor en la humanidad del otro.
Día a día somos bombardeados con la idea de que, para ser
felices, debemos encontrar una relación de pareja perfecta en todos los
sentidos. Son mensajes que en parte funcionan: ya desde la adolescencia es
normal fantasear nada menos que con príncipes y princesas, lo que para la mente
infantil es la cúspide del éxito social y económico.
Sin embargo, a la hora de la verdad es perfectamente normal
ser feliz con personas que no son precisamente el novio o la novia modélicos.
Notamos que hay algo en el otro que en teoría nos gustaría cambiar, pero
también tenemos la certeza de que a la práctica, si alterásemos eso, el
resultado no tendría por qué ser positivo. De hecho, incluso, puede que una
de las cosas que nos hace felices en el amor es tener una pareja imperfecta.
¿Por qué ocurre esto?
Razones por las que las parejas imperfectas nos
hacen felices
Estos son algunos de los aspectos que explican por qué en el
amor la felicidad puede llegar a través de las imperfecciones de nuestra
pareja.
1. El amor romántico y los
amantes perfectos
Prestemos atención a nuestro alrededor. A través de
películas, series, novelas e incluso anuncios de televisión se mezcla el
mensaje principal que se quiere transmitir con una especie de
propaganda de lo romántico.
La pareja ideal debe ser detallista pero independiente,
inteligente y responsable pero que nos haga vivir locuras, atractiva a ojos de
todo el mundo, pero con un encanto que solo nosotros encontramos especial. Se
trata de una concepción del amor basada en el marketing: el amante tiene que
cumplir con ciertas “features”, como un producto, sin que estas sean descritas
con precisión en ningún momento, tal y como hace la publicidad hoy en día.
La idea del amor idealizado es juntar un montón de rasgos
y características personales e imaginar a la supuesta persona perfecta
resultante de esta mezcla. Sin embargo, la vida real no funciona así, y
evidentemente las personas perfectas tampoco existen, pero eso no significa
exactamente que a la hora de encontrar pareja nos conformemos con poco.
De manera intuitiva, aprendemos a ignorar esas normas que
nos dictan cómo debe ser la pareja ideal y, muchas veces, traicionamos por
completo esas ideas preconcebidas acerca de qué es lo que nos atrae en una
persona.
Aunque no nos demos cuenta, este es seguramente el aspecto
más rebelde del amor, lo que rompe nuestros esquemas y, por consiguiente, hace
que la experiencia resulte estimulante, porque la historia que tendremos
con esa persona no tendrá nada que ver con esas ensoñaciones con el amor
perfecto que ya hemos repasado mil veces mentalmente.
2. Un amor centrado en la
relación, no en la persona
El amor romántico se basa en la idea de que hay una persona
indicada para nosotros, alguien que es la encarnación de todo lo que buscamos
en un ser humano. En algunas versiones especialmente delirantes de esta
concepción del amor, esa persona está predestinada a conocernos, ya que tanto
ella como nosotros estamos incompletos hasta el momento en el que se inicia la
relación; se trata del mito de la media naranja.
Es decir, que en el amor romántico todo lo que explica el
romance se atribuye a cada una de las personas, su esencia; algo que existe más
allá del tiempo y el espacio, encapsulado en el interior de cada individuo.
Sin embargo, el amor que existe en la vida real,
fuera de los cuentos de los príncipes y princesas, no se basa en las esencias,
sino en lo que ocurre realmente en el día a día. Es totalmente irrelevante que
una persona sea muy inteligente si ni siquiera escucha lo que tenemos que
decirle, y es igual que sea atractiva si utiliza esa cualidad para
traicionarnos seduciendo.
Si todos afrontásemos las relaciones tal y como el amor
romántico dicta, nuestra obsesión con las imperfecciones de las potenciales
parejas nos haría perder de vista que el hecho de que los vínculos
emocionales que de verdad valen la pena se dan a través de las interacciones del
día a día: somos lo que hacemos, al fin y al cabo.
3. La vulnerabilidad atrae
Si nuestra pareja ya es perfecta, ¿qué papel cumplimos
nosotros en esa relación? Normalmente damos por supuesto que la perfección
implica total autosuficiencia, y esto, aplicado al amor, es negativo.
Por supuesto, las relaciones sanas son aquellas en las que
no hay relaciones de poder asimétricas ni vínculos basados en la dependencia
del otro, pero lo contrario a eso es una persona que simplemente no tiene
ninguna motivación para estar con nosotros. Y al fin y al cabo, desear estar
con nosotros no es una cualidad personal en el mismo sentido en el que lo es
saber hablar en varios idiomas o estar en forma, pero en el amor actuamos como
si lo fuese.
Según el filósofo griego Platón, las personas nos
caracterizamos por experimentar la belleza y el atractivo a partir del modo en
el que experimentamos la perfección, la pureza. Pero esta perfección no
la encontramos en el mundo físico, ya que en él todo es cambiante e
imperfecto: las personas nunca son exactamente igual que el ideal de belleza, y
en ningún momento dejan de envejecer, de acercarse a su muerte.
Esto se plasma en lo que conocemos como amor platónico, un
estado sentimental en el que conviven la intuición de que en un mundo ideal la
perfección existe y la certeza de que nunca llegaremos a tener acceso a ella…
al menos en este mundo, según el pensador griego.
Pero el amor platónico solo tiene sentido si antes damos por
buenas algunas de las ideas que propuso este filósofo, y una de ellas es que la
realidad no es la materia, sino la teoría, las ideas puras. Muy pocas personas
niegan hoy en día que la realidad está compuesta por materia y no por ideas,
así que la búsqueda de la perfección pura no funciona si la intentamos aplicar
en el día a día. Es por eso que, mientras que unas expectativas poco
realistas sobre el amor nos frustran, aceptar de antemano que nuestra
pareja es imperfecta permite que disfrutemos realmente de su presencia, en vez
de dedicarnos a perseguir quimeras.