CÓMO DETECTAR Y FRENAR A UN MANIPULADOR
Son
personas que a menudo se disfrazan de corderos pero que en realidad son lobos
dispuestos a atacar donde más te duele con tal de lograr sus objetivos. No
dudan en pedirte que antepongas sus necesidades a las tuyas y ni siquiera se
sienten agradecidos cuando lo haces. Los manipuladores juegan con tus
emociones, generan un profundo sentimiento
de culpa y una falta de confianza en tus capacidades, de manera
que terminas siendo una pieza más dentro de su juego.
La
manipulación psicológica implica ejercer una influencia a través de la
distorsión mental y la explotación emocional, con la clara intención de tomar
el poder o el control y obtener algunos beneficios o privilegios a expensas de
la víctima. El manipulador es consciente de sus actos, actúa deliberadamente
creando un desequilibrio de poder que le permite inclinar la balanza a su favor
y explotar a la otra persona.
Cuando
esta situación se repite a lo largo del tiempo, corres el riesgo de llevar una
vida que no es la que deseas pues, sin darte cuenta, te has puesto a sus
órdenes y has supeditado tus necesidades y deseos a los suyos.
¿Cómo
actúa un manipulador?
En
muchas ocasiones la persona manipuladora es alguien cercano, alguien que
incluso estimamos, por lo que no siempre es fácil desvelar sus verdaderas
intenciones. No obstante, lo cierto es que la mayoría de los manipuladores
tienen un modus operandi similar, un patrón de comportamiento
que se repite continuamente:
1.
Son verdaderos especialistas en detectar tus debilidades. Todos tenemos
puntos débiles, defectos o aspectos de los cuales no nos sentimos
particularmente orgullosos o seguros, los manipuladores tienen una especie de
sexto sentido para descubrir esas debilidades y usarlas a su favor.
2.
Urden un plan para alcanzar sus intereses. Las personas manipuladoras no
suelen tener muchos escrúpulos morales, una vez que detectan tu punto débil, lo
usarán para manipularte. En su mente se activa un mecanismo maquiavélico para
urdir el plan que te hará renunciar a tus necesidades y valores, anteponiendo
los suyos. De esta forma, y prácticamente sin darte cuenta, caes en sus redes.
3.
Para sentirse satisfechos, necesitan cada vez más. La manipulación
es poder, y este puede llegar a ser tan adictivo como cualquier droga. Por eso,
una vez que el manipulador ha apresado a su víctima, la utiliza para lograr sus
fines cada vez que puede, a menos que la persona ponga fin a esa explotación.
Un manipulador no suele dejar libre a sus presas, sino que intenta exprimirlas
al máximo pidiendo sacrificios cada vez mayores.
Los
tipos de manipuladores
-
La víctima. Se
trata de un tipo de chantaje
emocional muy común pero también muy difícil de detectar porque
la persona asume el papel de víctima y te endilga el rol del verdugo. Para
estas personas, los demás siempre tienen la culpa, ellos son pobres víctimas
humilladas y maltratadas. Con este discurso, despiertan tu sentimiento de culpa
y te manipulan.
-
El dependiente. Este
manipulador se coloca una máscara de persona débil e impotente, que depende de
los demás. Sin embargo, detrás de esa apariencia de cordero realmente se
esconde un lobo que manipula abiertamente los sentimientos enviando un mensaje
muy claro: “no me debes defraudar”.
-
El agresivo. Se
trata de personas con mal carácter que pueden explotar en cualquier momento. Su
estrategia de manipulación es muy sencilla: se encargan de demostrarte que son
los más fuertes, de tal forma que tu personalidad se diluye pues sabes que
cualquier paso en falso puede dar lugar a una pelea.
-
El interpretador. Se trata de una persona que, a primera vista, parece estar
de tu parte, pero utilizará continuamente tus palabras contra ti. Son expertos
en manipular la información y ponerla a su favor, en encontrar intenciones
ocultas en los mensajes y actos, así generan un sentimiento de culpa por algo
que nunca has dicho o hecho.
-
El sarcástico. Estos
manipuladores no ponen sus cartas sobre la mesa sino que prefieren jugar a buen
resguardo. Por eso sus técnicas son los comentarios sarcásticos, las críticas
veladas y las humillaciones. De esta forma demuestran su superioridad, te
denigran y logran manipularte a su antojo.
-
El proyector. Estas
personas creen que son perfectas y que los demás están llenos de defectos. Por
tanto, cada vez que pueden, te hacen notar que te has equivocado o que no has
cumplido con sus parámetros, generando así una gran inseguridad y falta de
confianza que juega a su favor ya que ellos se erigen como buenos mentores o
jueces supremos.
¿Cómo
detener a un manipulador?
1.
Conoce tus derechos fundamentales
El
primer paso para hacerle frente a un manipulador es ser consciente de que tus
derechos están siendo violados. Los debes defender, pero sin hacerle daño a los
demás. Concientiza que:
-
Tienes derecho a ser tratado con respeto.
-
Tienes derecho de expresar tus sentimientos, opiniones y deseos.
-
Tienes derecho a establecer tus propias prioridades.
-
Tienes derecho a decir "no" sin sentirte culpable.
-
Tienes derecho a protegerte ante una amenaza física, mental o emocional.
-
Tienes derecho a crear una vida propia.
2.
Mantén la distancia
Las
personas manipuladoras a menudo se mueven entre los extremos. Es decir, tienen
dos caras, pueden ser muy amables con algunos y extremadamente groseros con
otros, pueden parecer indefensos y al instante siguiente, comportarse de manera
agresiva. Si conoces a una persona así, lo mejor es mantener la distancia
porque es probable que se trate de un manipulador.
En
el caso de que ya hayas caído en sus redes, intenta minimizar el contacto. No
se trata de huir pero no hay necesidad de exponerse innecesariamente a sus
ataques.
3.
Evita culparte
Una
de las estrategias del manipulador consiste en despertar un sentimiento de
culpa en su víctima. Sin embargo, si están vulnerando tus derechos, debes ser
consciente de que la víctima eres tú y que no tienes por qué sentirte culpable.
Si no llevas esta situación al plano emocional, el manipulador habrá perdido la
batalla. Pregúntate:
¿Estoy siendo tratado con respeto?
¿Estoy siendo tratado con respeto?
¿Las expectativas y demandas de esa persona son razonables?
¿Se trata de una relación en la que solo uno da y el otro no entrega nada a cambio?
¿Me siento bien conmigo mismo en esa relación?
Tus
respuestas te darán pistas importantes porque te permitirán evaluar si el
"problema" en la relación eres tú o la otra persona.
4.
Devuelve las preguntas
A
veces, para desenmascarar a un manipulador es suficiente con hacerle unas
cuantas preguntas, estas le indicarán que no eres una persona fácil de
manipular y que conoces sus intenciones, aunque intente ocultarlas. Por
ejemplo:
¿Te
parece una petición razonable o justa?
Según
tú, ¿qué tendría que responder?
¿Me
lo estás pidiendo o solo me lo estás comentando?
Estas
preguntas hacen que el manipulador se mire al espejo y pueda ver la verdadera
naturaleza de su estratagema. Si esa persona tiene cierto grado de conciencia,
probablemente retirará la demanda y dará marcha atrás.
5.
Usa el tiempo a tu favor
Los
manipuladores a menudo realizan demandas irracionales y presionan para obtener
una respuesta inmediata porque saben que si reflexionas sobre ello, es probable
que te niegues a cumplir sus deseos. Por eso, puedes usar el tiempo a tu favor,
cuando te hagan una propuesta respóndeles: "Voy a pensar en ello".
Luego,
tómate el tiempo que necesites para evaluar los pros y los contras, con
serenidad y sin sentirte presionado.
6.
Di “no” con firmeza
Los
manipuladores son expertos leyendo el lenguaje no verbal así que si les das un
“no” tibio o inseguro, lo notarán y volverán a la carga. Por tanto, cuando no
puedas cumplir sus demandas, dilo claramente y sin titubear. No des demasiadas
excusas porque te hará parecer indeciso y puede indicar que sientes culpa por
la negativa. Simplemente di: “lo he pensado pero no lo voy a hacer”.
Original
de:
www.rinconpsicologia.com/2015