Aceptación y plenitud
emocional: 7 claves para lograrlas
¿Cuáles son las características de las personas emocionalmente
plenas?
Obviamente, la aceptación y plenitud emocional no surgen de la nada;
requieren trabajo, esfuerzo, buenas intenciones y la voluntad de mirarnos a
nosotros mismos. La plenitud emocional implica tener nuestros pensamientos en
orden, así como nuestras emociones.
Claves para llegar a la plenitud emocional
A continuación veremos siete factores que las personas
emocionalmente plenas tienen en común:
1. Saben cómo despedirse
Las personas solemos tener
miedo a los cambios, a empezar una nueva etapa. Es natural que tengamos
una sensación de inseguridad y miedo e incluso dolor ante las pérdidas, pero el
estar preparado para atravesar todas las etapas y desde esta actitud,
facilitará llegar a la meta de la aceptación.
El primer paso es querer el cambio, y el segundo, estar
dispuestos a dar el primer paso. Los cambios son necesarios, y todo empieza por
observar nuestros pensamientos y emociones para seleccionar aquellos que
interesa reivindicar.
El mapa mental posee muchas dimensiones, y solemos elegir
solo una. Pero si la mantenemos nuestra mente abierta, eso posibilitará que
tengamos acceso a un gran abanico de posibilidades. Desde alli podremos elegir
y nutrir el que más nos beneficie y nos permita evolucionar.
Pensar siempre en el pasado en lugar del presente nos daña.
Nos impide liberarnos, desapegarnos y crecer. Y nos sumerge en el temor, en un
abismo del que desosiego que nos impeidrá mejorar.
Las personas emocionalmente plenas saben que la vida es mucho
mejor si se vive libremente, reparando nuestras heridas emocionales y avanzando
desde el presente.
2. Pueden mirar sin sufrimiento hacia su
pasado emocional.
El dolor es inevitable y necesario para
evolucionar en nuestro trayecto emocional pero el sufrimiento es una elección.
Martín Lutero dijo una vez: "no puedo evitar que la aves vuelen sobre mi
cabeza, pero sí puedo evitar que hagan nido en mi cabeza".
Las personas emocionalmente plenas conocen lo importante
que es el vivir en el presente, continuar y aceptar lo que ocurrió. Cuando
aprendemos de nuestro dolor, avanzamos y crecemos.
Artículo relacionado: "Plasticidad emocional: usar las
emociones para adaptarnos a los retos"
3. Son conscientes de sus pensamientos y
sentimientos
Las personas emocionalmente plenas son
conscientes de los pensamientos y sentimientos tanto personales como externos, se
centran desde el presente en soluciones realistas, desde el cuidado, respeto,
amor y la paz interior.
Esta mentalidad les permite resolver los problemas de la
vida diaria de forma efectiva. Son más resilientees, saben que se pueden y van
a caer, pero sson conscientes de que se van a levantar y a convertirse en
personas icluso más fuertes y resolutivos desde el aprendizaje. Saben que
saldrán de la tormenta, pero cambiados. Ellos determinan que cambios
constructivos que no destructivos seguirán formando parte de ellos mismos.
4. Dejan de quejarse
Desplazan esa energía de la queja a la búsqueda de la mejor
manera de empezar el cambio o aceptación.
La queja puede arrojarnos a cuartos oscuros sin salida. Somos en gran
parte lo que pensamos, y las personas emocionalmente plenas lo tienen en cuenta.
Saben que si toman un camino y no da los resultados esperados puede que no sea
el acertado en ese momento, con lo cual tomarán la decisión de salir de esa
zona de confort y, desde la humildad, rectificar y tomar ese otro camino que le
proporcionará resultados diferentes y probablemente más satisfactorios.
5. Pueden empatizar sin permitir que les
afecten las emociones de los demás
Ellos tienen la confianza de saber dirigir sus emociones.
Son fieles a sus actos y esto les permite mantener un entendimiento más activo
con sus propias emociones y de las ajenas. Desde el autoconocimiento y
aceptación son más tolerantes y optimizarán la relación consigo mismos adí como
con los demás.
Las relaciones son la clave para el
equilibiro emocional, la calidad de tus relaciones es lo que hace posible que
la vida sea más plena, empiezando con uno mismo.
6. No se culpan por fallar
Los errores son la mejor forma de aprender. Fallar nos permite
ser tolerantes y saber corregir o reconocer qué otro camino necesitamos
continuar. Las personas maduras aceptan los errores, es una forma de
innovar.
Además, las personas emocionalmente plenas no se culpan por
sus límites, más bien, los aceptan y trabajan para mejorar. No insisten en que
las cosas siempre vayan bien, cada revés puede ser una buena oportunidad para
crecer. Reconocer las emociones negativas que sentimos constituye un descanso
reparador para la mente.
7. Apertura emocionalmente
Mantener la barrera emocional sólo dificulta las cosas. Por
ese motivo, es muy importante abandonar el miedo al compromiso
y a través del amor y la confianza en nosotros mismos identificaremos y gestionaremos
mejor las dificultades y viviremos de forma más plena los grandes resultados.
Conclusión
El miedo es natural, es un mecanismo que tiene el cerebro
para enfrentarse a situaciones amenazantes, pero lo importante es no permitir
que nos paralice. Es como la decisión de tirarse en paracaidas; el primer paso
es crucial, y una vez que estás ya en el avión a punto de dar el salto, la
primera vez casi siempre se implora al instructor que es mejor tirar la toalla,
pero el instructor no suele "escuchar" y da ese empujón para que
salte.
La plenitud emocional permite tomar
las riendas de la vida desde las decisiones más constructivas,
desarrollar la propia visión del mundo y esforzarse por alcanzar los objetivos
más satisfactorios.
La clave es estar abiertos a soluciones y no a expectativas
cerradas. La vida es muy paradójica y tras la tormenta siempre aparece el sol,
sólo hay que estar abierto a esta nueva luz que está por llegar, puede que
siendo diferente a las expectativas. Y recuerda, ¡Tú eres el creador de tu
mente!
por
Susana Merino Lorente