La Voluntad
La voluntad es la capacidad consciente que posee el ser humano para
realizar algo con intención. Y realizarlo a pesar de las adversidades que
vienen con la vida, de las dificultades presentes a diario, de los
contratiempos muy personales y los oscilantes estados de ánimo.
La voluntad se pone a prueba cada vez que debemos esforzarnos a realizar
ciertas tareas que a la final no son tan apetentes, como terminar un trabajo a
pesar del cansancio, estudiar una materia que se nos hace difícil, arreglar la
casa, levantarnos temprano, etc.
La voluntad puede ejercerse también de manera más espontánea, por
ejemplo, cuando nos sentimos muy motivados a realizar una actividad específica,
como iniciarnos en algún pasatiempo, en la práctica de un deporte, o en la
organización de una fiesta.
En muchas ocasiones algo que iniciamos con gusto y entusiasmo, al poco
tiempo se convierte en un verdadero agobio ya sea por su dificultad o por la
presencia del aburrimiento. Allí es cuando la voluntad toma un rol decisivo ya
que cuando sea necesario e importante, esta nos ayudará a continuar y vencer el
desafío.
Con mucha facilidad y a menudo nos dejamos llevar por el gusto, la
pereza o la frivolidad y dejamos de hacer cosas importantes y significativas.
Hay jóvenes, por ejemplo, que dedican horas y horas a juegos electrónicos
abandonando sus estudios; hay casas en las que todo es un desorden porque el
dueño no se ha propuesto un plan de arreglo y limpieza; hay oficinas en las que
uno entra y provoca desesperación ver tanto reguero que hace mucho más difícil desempeñar
un buen trabajo. Notarán -entonces- que en todos estos ejemplos está presente
la falta de voluntad para llevar una vida organizada y disciplinada.
Nadie escapa a la influencia negativa de la apatía, el conformismo y la
comodidad -malos consejeros que constantemente están fastidiando nuestra
capacidad para ser eficientes y competentes-. Sin embargo, es necesario
sacudirse, buscar maneras para motivarse, técnicas para reconquistar el control
sobre nuestras vidas.
La voluntad es como un músculo del cuerpo. Los músculos se hacen más
débiles en la medida que dejan de moverse, de utilizarse y de ejercitarse. Lo
mismo ocurre con la voluntad, cada situación que requiere esfuerzo es una
oportunidad para fortificarla, tonificarla y robustecerla, porque si no se lo
hace la voluntad pierde cuerpo, forma, consistencia y fuerza.
La vida es una lucha para todos y cada uno de nosotros debemos asumir
responsabilidades, cumplir con nuestras tareas, perfeccionar nuestros talentos.
Nunca olvides que estamos capacitada física y mentalmente para realizar grandes
conquistas, alcanzar el éxito y lograr metas.
3 TÉCNICAS PARA FORTALECER LA VOLUNTAD
- Crear buenos hábitos: Admitir conscientemente que si bien es cierto hay muchas cosas que nos agradarían hacer todo el tiempo, pues no debemos hacerlas porque son nocivas para la salud física y mental. Por lo tanto si rutinariamente dejamos de dormir demasiado, o de andar comiendo a cada rato o de tirarnos a ver la tele por horas sin fin, entonces iremos creando buenos hábitos que vencerán apetencias dañinas.
- Establecer prioridades: siéntate un momento y piensa sobre tus prioridades. Luego haz una lista de ellas en orden de relevancia, es decir, en los primeros lugares aquello que consideras más importante o que necesita tu atención inmediata. Esta lista te ayudará a cumplir metas, te permitirá empezar y terminar a tiempo algún trabajo o tarea pendiente. Organizar tus prioridades va a enfocarte en aquello sólido que necesita ser cumplido para poder crecer como ser social y como individuo.
- Desarrollar conocimientos: Abre tu mente, infórmate, estudia. Lee y piensa en nuevas ideas; analiza y pon en práctica el nuevo conocimiento; descubre a través de la lectura y el razonamiento medios para desempeñar mejor tu trabajo, medios para ser un mejor padre o madre, para ser un mejor hijo o hija, esposo o esposa, amigo, maestro, empleado, estudiante, etc. Solo mediante la educación -ya sea formal o autodidáctica- vas a lograr y obtener una vida más segura en los aspectos emocial y económicos; una vida con mayores momentos de felicidad.
Nada se cultiva por sí solo, ya el verbo mismo "cultivar",
implica trabajo, esfuerzo, dedicación, y constancia. Una voluntad cultivada es
una voluntad fortalecida, es el escudo que nos protege de los vicios, las
dependencias, la perdida de la dignidad, la vagancia, las malas costumbres y
hasta de lo inmoral.
Original Tomado de:
http://www.tusuperacionpersonal.com/voluntad.html
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