La depresión como aspecto psicológico importante en la pandemia por COVID-19
El confinamiento en el hogar es una situación sin precedentes recientes en nuestro país, y es previsible que tenga un importante impacto en el bienestar físico y psicológico. La paralización de la actividad económica, el cierre de centros educativos y el confinamiento de toda la población durante semanas ha supuesto una situación extraordinaria y con múltiples estímulos generadores de estrés.
Durante el confinamiento, los dos factores que más afectan al bienestar físico y psicológico son la pérdida de hábitos y rutinas y el estrés psicosocial, de acuerdo al primer estudio que analiza el impacto psicológico de la cuarentena por COVID-19 en China (Wang, Pan et al., 2020). La interrupción de hábitos durante el confinamiento y la instauración de otros poco saludables (p.ej. malos hábitos alimenticios, patrones de sueño irregulares, sedentarismo y mayor uso de las pantallas) pueden derivar en problemas físicos.
En un estudio sobre las consecuencias psicológicas de Covid 19 y del confinamiento realizado en España en lo que va del año el impacto psicológico que ha tenido la población encuestada fue el siguiente:
• El 45,7% de las personas encuestadas informaron
haber experimentado un aumento en su malestar psicológico general. Un 9,5%
señalaba que habían tenido «mucho incremento» de malestar.
• El 77,5% de las personas encuestadas señalaron
que había aumentado en alguna medida su nivel de incertidumbre, y el 39,7%
indicó que había experimentado un incremento alto.
• El 75,5% informó que ha aumentado su miedo a
perder a un ser querido (35,1% «mucho»).
• El 67,9% de
encuestados informaron sentirse más preocupados por padecer o contraer una
enfermedad grave (coronavirus u otras), un 28,5% habían experimentado «mucho
incremento» en esta preocupación.
• El 52,8% de la muestra informó haber sufrido
problemas de sueño.
En los niños
Irritabilidad, tristeza y depresión son los tres síntomas que más sufren los niños durante el confinamiento, según un estudio publicado en la revista científica Journal of pediatrics sobre el fin de la cuarentena en China. El grupo más vulnerable son los niños entre tres y seis años porque tienen menos herramientas para enfrentarse a problemas de este tipo. Los mayores tienen ya más resiliencia, saben enfrentarse a los problemas y entienden mejor lo que se les explica.
Niños y adolescentes han perdido rutinas y relaciones sociales. "Mamá me aburro, mamá no entiendo los deberes, mamá cuándo puedo salir a la calle..." Los adolescentes son noctámbulos y hay que limitar el uso de la tecnología porque se descontrolan. Hay riesgo de romper la rutina de sueño, algo que ya les pasa a muchos: trastorno por desfase horario. Volver a los ritmos normales llevaría luego tiempo, puede haber bajo rendimiento académico
Depresión vs Desmoralización
y pena
El término depresión se utiliza a
menudo para describir un estado de ánimo bajo o de desánimo que es consecuencia
de decepciones (p. ej., crisis financieras, catástrofes naturales, enfermedades
graves) o pérdidas (p. ej., el fallecimiento de un ser querido). Sin embargo,
los términos más adecuados para estos estados de ánimo son la desmoralización y
la pena.
Los sentimientos negativos de
desmoralización y dolor, a diferencia de los de la depresión, hacen lo
siguiente:
·
Ocurren
en oleadas que tienden a estar ligadas a pensamientos o recordatorios del
evento incitante
·
Se
resuelven cuando las circunstancias o los eventos mejoran
·
Se
pueden intercalar con períodos de emoción positiva y humor
·
No
están acompañados por sentimientos generalizados de inutilidad y autodesprecio
El estado de ánimo deprimido dura
habitualmente días en lugar de semanas o meses, y los pensamientos suicidas y
la pérdida prolongada de la funcionalidad son mucho menos probables.
Sin embargo, los eventos y los
factores de estrés que inducen la desmoralización y la pena también pueden
precipitar un episodio depresivo mayor, particularmente en personas
vulnerables (p. ej., aquellas con antecedentes o antecedentes familiares de
depresión mayor).
La depresión provoca una disfunción cognitiva, psicomotora y de otros tipos (p. ej., escasa concentración, cansancio, pérdida de deseo sexual, pérdida de interés o placer en casi todas las actividades que anteriormente se disfrutaban, alteraciones del sueño) así como un estado de ánimo depresivo. Las personas con un trastorno depresivo con frecuencia tienen pensamientos suicidas y pueden intentar suicidarse. Otros síntomas o trastornos mentales (p. ej., ansiedad o crisis de pánico) coexisten con frecuencia y a veces complican el diagnóstico y el tratamiento.
Los pacientes con cualquier forma de depresión tienen más probabilidades de padecer un abuso de alcohol o de otras sustancias de uso recreativo, en un intento de tratar por sí mismos los trastornos de sueño o los síntomas de ansiedad; sin embargo, la depresión es una causa menos frecuente de alcoholismo y de abuso de sustancias de lo que se pensaba antiguamente. Los pacientes también tienen más probabilidades de convertirse en fumadores importantes y de descuidar su salud, con lo cual aumenta el riesgo de que se desarrollen o progresen otras enfermedades (p. ej., enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
La depresión puede reducir las respuestas inmunitarias protectoras. También aumenta el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, porque durante la depresión se liberan citocinas y otros factores que aumentan la coagulación de la sangre y disminuyen la variabilidad de frecuencia cardíaca (todos factores de riesgo potenciales para los trastornos cardiovasculares).
¿Qué puedo hacer?
Lo cierto es que, más allá de esos factores
estresantes y sus posibles consecuencias, existen medidas que se pueden tomar
para prevenir y mitigar los efectos de la cuarentena. El Colegio Oficial de la
Psicología de Madrid (COPM) ha publicado días atrás un documento
con Orientaciones para la gestión psicológica de la cuarentena por el
coronavirus. A partir de estas recomendaciones y de las mencionadas por el
estudio citado más arriba, se enumeran a continuación las principales
estrategias psicológicas para sobrellevar el confinamiento.
1. Asumir la realidad y proponerse hacer lo
correcto
La situación es tan insólita y
extraña que es normal que al principio cueste entenderla o creer que de verdad
debemos ponernos en cuarentena, una palabra que hasta ahora nos remitía a las
pestes de varios siglos atrás. Sin embargo, como explican los psicólogos de
Madrid, "la realidad lamentablemente es la que es" y ahora es
necesario "entender que permanecer en casa es lo más correcto, es
imprescindible". "Ser honestos y cumplir con las recomendaciones es
ahora, casi, nuestra principal responsabilidad".
2. Planificar la nueva situación
Con la cuarentena, la vida se
modifica de manera sustancial. Por eso, el consejo es buscar cosas que hacer,
planificar todo lo posible y no improvisar. Para quienes viven con otras
personas, es importante consensuar ciertas normas, comprender las
necesidades específicas de los demás y respetar espacios y tiempos
diferenciados. Puede ser una buena idea escribir una suerte de cronograma o
gráfico de división de sitios y tareas y colocarlo en un lugar visible para
todos. También resulta útil apuntar todas las ideas de cosas para hacer en casa
en los días en que no se puede salir.
3. Evitar la sobreinformación
Es claro que estar
informados es importante, más aún en una situación como la actual. Sin embargo,
hay que evitar caer en la sobrecarga informativa, llamada también a veces
"infoxicación" o "infobesidad". El exceso de informaciónocasiona,
por lo general, dos resultados negativos. El primero es la dificultad para
diferenciar los datos veraces y confirmados.
Estos vienen difundidos en general
por los canales oficiales, lo que los distingue de los simples rumores o las
versiones no confirmadas. El segundo efecto nocivo es encerrarse en un
laberinto de malas noticias que solo conduce a la paranoia y el
desasosiego. El COPM recomienda manejarse "con prudencia y mensajes
constructivos" y evitar hablar todo el tiempo de este tema
"especialmente a los más pequeños".
4. Mantener los contactos
Gracias a la tecnología, estar
confinado no significa estar aislado. Teléfonos y ordenadores permiten, hoy por
hoy, escribirse y conversar con otras personas, incluso viéndolas a la cara y
sin importar que estén lejos, en otra ciudad u otro país. Además, hasta se
pueden tender lazos con vecinos con quienes se puede conversar de balcón a
balcón. Mantener el contacto y compartir información acerca de cómo están
viviendo la situación resulta de gran apoyo y ayuda, siempre respetando la
consigna de no alimentar inútilmente miedos e inquietudes, como se señaló en el
punto anterior.
5. Aprovechar para hacer lo que nunca tenemos
tiempo de hacer
Casi todos tenemos pequeñas
cuentas pendientes: actividades que queremos hacer, pero para
las cuales -nos quejamos siempre- "no tenemos tiempo". Pues bien,
este puede ser el momento más oportuno. Podemos hacer actividades creativas
como leer, cocinar, ordenar, decorar una habitación o aprender
a tocar un instrumento musical,
También cuestiones prácticas,
como reparar un grifo que pierde desde hace meses: la lista de actividades
posibles es muy extensa, tanto para quienes están en compañía como para quienes
viven solos. Y no solo servirán para darse el gusto y cumplir por fin con esas
metas, sino que también es una forma de que el tiempo pase más rápido y evitar
el aburrimiento.
6. Hacer deporte
Por supuesto, la
imposibilidad de salir de casa no significa en absoluto que no se pueda
hacer actividad física. Existen aplicaciones y tutoriales en internet
que sirven como guía para practicar deporte incluso en espacios reducidos.
Los resultados son puros beneficios: divertirse, evitar los efectos físicos del
sedentarismo y mejorar el humor. Las endorfinas y demás hormonas que el
organismo segrega al ejercitarse ayudan a reducir los síntomas de la depresión
y la ansiedad y contribuye con el bienestar general.
7. No descuidar aspectos de salud e higiene
personal
La cuarentena tiene la finalidad
de prevenir la propagación del coronavirus, es decir, cuidar la salud de todos.
Pero no se deben olvidar los cuidados que la propia salud requiere en
el día a día: tomar el sol aunque sea en la ventana, mantener una dieta
equilibrada, dormir el número de horas adecuado (ni menos, ni más) y
hacerlo en los horarios correspondientes.
Sí como exponerse a la luz natural al menos unos veinte minutos por día, no dejar de ducharse a diario (parece un chiste, pero es fácil caer en esa clase de autoabandono), lavarse los dientes, cortarse las uñas, afeitarse en el caso de los hombres, etc. Y por su puesto evitar los excesos con el alcohol y las drogas. También, en lo posible, no perder el sentido del humor.
8. Prestar atención a los demás
Hay que mantener la
atención sobre las personas con las que uno convive. Sin obsesionarse, desde
luego, pero preparados para obrar como indican las autoridades si surgiera
alguna situación preocupante. Y también es importante ocuparse de los propios
pensamientos y emociones y, sobre todo, de lo que se dice y el modo en que se
expresa. Son momentos difíciles, en que el ánimo puede resquebrajarse, y una
mala comunicación puede derivar en discusiones y momentos desagradables que
solo causarán perjuicios.
9. Tratar de no pensar en plazos y fechas
Andoni Gabantxo es de Bermeo
(Vizcaya), tiene 53 años y es marino, dedicado desde hace años a la pesca de
altura. Dado que una de las características de su trabajo es esa ("que nos
pasamos muchos meses sin poder salir de nuestro trabajo"), escribió
en Twitter un hilo de consejoshilo de consejos para sobrellevar el
confinamiento que se hizo viral. La mayoría coinciden con los de los psicólogos.
Añade uno más: "No pongas
fechas. Siempre plantéate que vas a volver a la normalidad en más tiempo
del previsto. Si te mentalizas en que todo acaba el 1 de abril, y luego se
alarga al 5, esos cuatro días son un infierno. A la contra, no sucede. Si te
mentalizas en que vuelves a la normalidad el 5, y al final todo acaba el 3,
esos días son un regalo".
10. Si es necesario, pedir ayuda profesional
Si bien ya se ha destacado la importancia de no
descuidar otros aspectos de la salud, requiere una especial atención la salud
emocional. Estos son consejos o estrategias para sobrellevar el encierro
obligado por la cuarentena, que sin duda son muy útiles. Pero si alguien
detecta -en sí mismo o en alguna de las personas con las que convive- señales
de depresión importantes, debe buscar el apoyo de un psicólogo.
Información toma de :
https://www.jpeds.com/article/S0022-3476(20)30336-X/fulltext
https://www.ub.edu/web/ub/ca/menu_eines/noticies/docs/Consecuencias_psicologicas_COVID-19.pdf
Wang, C., Pan, R., Wan, X., Tan, Y., Xu, L., Ho, C. S. y Ho, R. C. (2020). Immediate psychological responses and associated factors during the initial stage of the 2019 Coronavirus disease (COVID-19) epidemic among the general population in China. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17(5), 1729. doi:10.3390/ijerph17051729
Wang,
G., Zhang, Y., Zhao, J., Zhang, J. y Jiang, F. (2020). Mitigate the effects of
home confinement on children during the COVID-19 outbreak. The Lancet,
395(10228), 945-947. doi:10.1016/S0140-6736(20)30547-X