Guerrero:
Es todo aquel que rompe con los condicionamientos
socioculturales y patrones ridículos, eligiendo una vida más auténtica basada
en principios correctos.
El Guerrero existe para demostrarse a sí mismo su valía al descubrirse
recorriendo el camino de la vida descubriendo su porqué. Sus armas son la justicia, la verdad y el
amor. Su armadura es lo suficientemente dura como para resistir los embates del
destino, y lo suficientemente blanda para dejar traspasar los vientos suaves
que le refrescan de vez en cuando.
Pelea contra los monstruos asesinos que están allá fuera,
como el odio, la envidia, la desesperación, el estrés y la depresión, la
ambivalencia, los placeres desenfrenados, la ignorancia, la falsedad y todos
los demás corrosivos que destruyen a las personas como seres humanos. Hay
muchas personas que no son seres humanos. Son muñecos que viajan a la deriva
del destino y las tormentas.
Los guerreros sirven a su causa y a la causa de los demás
cuando la causa es justa, pero no se anda inmiscuyendo en guerras ajenas. Está
en guerra desde que descubrió que tenía un solo camino que seguir y debía
hacerlo por sí mismo, porque de repente, se encontró con demasiadas rutas,
atajos y veredas que recorrer en todas las direcciones. Corría como loco de
aquí para allá, peleando miles de guerras al mismo tiempo de las que salía
verdaderamente extenuado y muchas veces sin el aliento de haber vencido.
¿Quién entrena a los guerreros? Pues a los verdaderos
guerreros los entrena la vida misma y el entendimiento de la fuerza que
mantiene en equilibrio a todo lo que existe en el Universo. El espíritu quieto,
encuentra este entendimiento.
El camino es muchas veces largo, crecer duele, y
por eso siempre es bueno contar con un amigo que te dé la mano y te apoye
cuando las rodillas tiemblen...