La satisfacción sexual, 5 claves para mantenerla con tu pareja
La Satisfacción Sexual
La satisfacción sexual puede definirse como una respuesta afectiva que surge por la evaluación de los aspectos positivos y negativos asociados a las propias relaciones sexuales. Está considerada como la última fase de la respuesta sexual, asociada a la frecuencia y variedad de las actividades sexuales realizadas. Las fases que configuran la respuesta sexual son: deseo, excitación, orgasmo y satisfacción sexual.
En el estudio de la satisfacción sexual se han encontrado diversas variables que determinan el nivel de satisfacción, entre ellas destacan variables interpersonales (de las relaciones entre personas) e intrapersonales (de las características de uno mismo), siendo menos significativas las variables sociodemográficas. Así, en lo que respecta a las variables sociodemográficas, se sabe que la satisfacción sexual disminuye con la edad, pero no hay evidencias diferenciales en lo que se refiere al género, es decir, no se han registrado grandes diferencias entre hombres y mujeres en el nivel de satisfacción sexual.
En lo referente a variables interpersonales, autores como Byers, Demmons, y Lawrance han propuesto un “Modelo de Intercambio Interpersonal de Satisfacción Sexual” (IEMSS), basado en la importancia de variables interpersonales y del intercambio de beneficios y costes dentro de la relación. Según este modelo la satisfacción sexual es mayor en la medida en que, con el tiempo, el grado de satisfacción con la propia relación en sí es alto y los niveles de «recompensas sexuales» son mayores a los niveles de los “costes sexuales”. Tras realizar un estudio poniendo a prueba dicho modelo, se demostró que éste funcionaba tanto para mujeres como hombres, así como para relaciones recientes o de larga duración, concluyendo los autores que el IEMSS ofrece un enfoque prometedor para investigar y comprender la satisfacción sexual.
Factores que afectan a la Satisfacción Sexual
Son numerosos los estudios que ponen de manifiesto la importancia de la satisfacción sexual en la vida personal y la relación de pareja, hasta el punto de influir sobre el bienestar de la persona y su calidad de vida en general.
Es por ello relevante conocer los factores que pueden aumentar o reducir el nivel de satisfacción sexual, entre los que destacan siguiendo a Parish y col. 2007:
- Mayor riqueza en las prácticas sexuales: Incluyendo una mayor variedad de técnicas sexuales, mayor frecuencia de intercambio de posturas, mayor frecuencia de orgasmo y presencia de actividades sexuales no coitales.
- Aspectos socio – emocionales de la relación con la pareja: La satisfacción sexual se relaciona de forma directa con el deseo sexual, siendo el deseo un elemento fundamental para el logro de un nivel óptimo de satisfacción.
- Conocimientos, actitudes y valores hacia la sexualidad: Fuertes valores religiosos, actitudes sexuales conservadoras, escasos conocimientos acerca de la sexualidad y poca asertividad sexual se asocian con baja satisfacción.
- Salud física y vitalidad: Una baja salud física y escasa vitalidad también están relacionados con baja satisfacción sexual.
- Barreras ambientales: La falta de intimidad puede disminuir la satisfacción sexual en la persona y en la pareja.
5 CLAVES PARA VIVIR UNA SEXUALIDAD PLENA EN PAREJA
Tu sexualidad empieza por ti
No podemos tener buen sexo si no conocemos nuestro propio cuerpo y nuestra sexualidad. Para ello no hay nada mejor que experimentar. El sexo se aprende haciéndolo, no es algo que podamos aprender de un libro. Por lo tanto, la masturbación y el autoerotismo son claves para conocernos. Si yo sé lo que me gusta, puedo comunicarlo.
El placer mucho mejor si es compartido
Pocas cosas hay más gratificantes que ver cómo tu pareja disfruta del sexo, de vuestro sexo. para disfrutar de una sexualidad sana en pareja, el placer de la otra persona ha de aumentar tu propio placer, porque cuenta para tí el disfrute de la otra parte y el tuyo cuenta para ella, existe reciprocidad. Dar y recibir y para eso necesitamos saber qué le gusta a mi pareja. ¿Cómo puedo saberlo?
Habla de sexo con tu pareja
“sigue así”
“me gusta mucho”
“así no”
Justo después de haber tenido sexo es el mejor momento para hablar…estamos relajados, satisfechos y podemos reforzar a nuestra pareja en aquello que más nos ha gustado. Así seguro que la próxima vez lo repite.
También podemos hablar de sexo en cualquier otro momento, faltaría más. Cuánto más hablemos, más conoceremos a nuestra pareja.
El Mindfulness también en el sexo
El Mindfulness es cada vez más usado en terapia sexual. Muchas de las disfunciones sexuales como la eyaculación precoz, la disfunción eréctil o la anorgasmia van muy relacionadas a los pensamientos ansiógenos y automáticos que tenemos justo antes o durante la relación sexual (“no soy demasiado bueno” “no podré” “me volverá a pasar”…
El Mindfulness nos ayuda mucho a disciplinar nuestra mente y hacerla centrarse en el aquí y el ahora y las sensaciones de mi propio cuerpo. Lejos de recurrir a fantasías sexuales para conseguir la erección o el orgasmo, lo que pretende es que te centres en tus sensaciones y en tu excitación y no dejes que ningún otro pensamiento te perturbe.
En una relación sexual sana, normalmente esto se da de manera automática, aunque a veces nuestra cabeza se va a otros pensamientos y entonces perdemos la excitación del momento. ¿A quién no le ha pasado alguna vez? Por eso es tan importante en el sexo como en la vida tomar conciencia plena del momento.
A más sexo más deseo
¿No les ha pasado nunca que tienen una racha súper buena de sexo y cuánto más lo hacen, más ganas tienen? ¿Y no les ha pasado justo lo contrario, sequía sexual y pérdida total del deseo??
Pues tiene una explicación: cuánto más practico el sexo, más gratificante es y entonces más lo asocio a algo bueno, por lo tanto aumenta mi deseo. Es un mecanismo de refuerzo positivo que todos los psicólogos conocemos pero que hace poco que se ha asociado también al deseo sexual.
Así que la moraleja es clara, practica sexo siempre que puedas, da igual el momento, aprovéchalo. No pienses en si madrugas mañana o no, o si tienes una lavadora o no y no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy 😉