CUANDO
MI RELACIÓN DE PAREJA ES UNA TORMENTA CONSTANTE
ENGANCHE
A LAS RELACIONES CONFLICTIVAS
Las
relaciones de pareja, no siempre se corresponden con el ideal que cada persona
ha imaginado de lo que sería, o lo que se ve en las películas románticas. Como
toda interacción personal, cada parte aporta lo que tiene, lo bueno y lo malo y
eso conlleva que puedan existir malentendidos, conflictos y situaciones que
resolver, para que las personas puedan adaptarse y complementarse.
Esto
es algo común a todas las parejas y algo que con voluntad y amor por ambas
partes se puede solventar. En el caso de
las relaciones tormentosas, esto va más allá y la relación termina por
convertirse en un problema para ambas personas, en algo tóxico, en una droga
que saben que les hace daño, pero de la que no se pueden desenganchar.
Al
comienzo de las relaciones, la pasión, la necesidad de poseer y de estar con la
otra persona están muy presentes. Lo que hace o dice la pareja en esta primera
fase de enamoramiento, parece maravilloso, se valora mucho y de manera positiva
en el tiempo que compartís, las actividades que realizáis, etc.
Pues
bien, incluso en esa primera fase ya podemos ver indicios de que la relación se
va a convertir en tormentosa si no se remedia por ambas partes. Se pueden dar
situaciones de control, de necesitar saber dónde está la persona amada en todo
momento, puede empezar a aparecer el miedo a que la otra persona termine la
relación, a una infidelidad, etc.., y que esto pase a ser parte importante de
la relación y a condicionarla y dominarla posteriormente.
Ser
consciente de este tipo de conductas por cualquiera de las personas que formen
la pareja es importante y a la vez complicado de percibir para muchas personas
en un primer momento. La intensidad del comienzo de la relación, tanto para lo
bueno, como para lo malo, puede marcar la misma. Las dos personas preferirán lo
bueno a lo malo y lucharán porque así sea.
Hay
que ser muy cuidadoso con esta aspiración y pensar el precio que estamos
dispuestos a pagar por tener “lo bueno”. Cuando una pareja entra en este tipo
de dinámicas, se alterarán los episodios de enfado con los de reconciliación,
que suelen tapar lo que ha ocurrido. La pareja irá construyendo su relación en
base a estos dos extremos, existiendo, control, desconfianza, miedo, reproches
y en los casos más graves pudiendo llegar al maltrato físico y/o psicológico.
Ambas
partes se suelen encontrar tan inmersas en sus aspiraciones como pareja, que
tienen grandes dificultades para comprender que están enganchadas a una
relación tóxica. Consiguen normalizar dentro de su vida estos comportamientos,
y no son capaces de tener una relación saludable con la otra persona.
¿QUÉ OCURRE PARA ENGANCHARME EN UNA RELACIÓN TORMENTOSA?
La
respuesta a esta pregunta no va encaminada a buscar culpables, ya que una
relación es de dos y ambas personas en parte son responsables de mantener este
tipo de relación y en muchas ocasiones no pueden ver más allá de lo que sienten
o creen de forma individual. La historia personal de cada uno les hace
reaccionar de una determinada forma y lo constructivo es poder darse cuenta y
trabajarlo.
Los
vínculos emocionales y el estilo afectivo de cada miembro de la pareja, a nivel
individual, pueden marcar la forma en que se relacionen en pareja, por ejemplo,
personas que han crecido teniendo a sus cuidadores muy disponibles, que han
tenido relaciones en las que se han sentido más importantes que los demás
(hermanos, primos, amigos, etc.) pueden demandar lo mismo en su pareja y no
tolerar la frustración que les genera que no todo gire en torno a ellos/as. Y
esto no tiene porqué ocurrirle solo a un miembro de la pareja, sino que puede ocurrirles
a los dos.
Muy
relacionado con la afectividad, es determinante el tipo de personalidad que
hayamos desarrollado y las de nuestra pareja. Por ejemplo, una persona insegura
con baja autoestima, podrá verse envuelta en una relación de este tipo,
necesita la reafirmación del amor de su pareja de manera constante.
Igualmente
puede ocurrir una persona que se encuentre en el extremo opuesto, porque creerá
que su pareja le debe adular y complacer en todo lo que quiere.
Cualquier
persona puede implicarse en una relación tormentosa sin darse cuenta, lo
importante es conocerse lo suficiente a uno mismo, para saber qué es lo que
está ocurriendo y decidir si quiere amar o sufrir.
¿QUÉ OCURRE EN LAS RELACIONES TORMENTOSAS?
Las
conductas que más comúnmente se dan este tipo de situaciones, están
relacionadas con:
Miedo al abandono:
Suelen ser una señal de alerta, la persona siente un miedo irracional a ser
abandonado, a que su pareja lo deje, a que lo excluya de su vida y todos sus
esfuerzos se centran en evitarlo.
Amenaza: Las propias actividades de
la vida cotidiana de la pareja, pueden ser parejas en conflictos, vistas como
amenazantes hacia nuestra relación, el gimnasio, el trabajo, el café semanal
con amigos, etc. Cualquier actividad, en la que la personas no se sienta
incluida, es percibida como una amenaza e intentará controlarla o boicotearla
de diversas formas, como puede ser enfadándose o chantajeando emocionalmente a
la otra persona...
Control: Sentirá la necesidad y
creerá que tiene autoridad sobre la pareja. Esto puede acaparar todos los
ámbitos de la vida de la otra persona, desde por ejemplo enviar un mail a
controlar el tiempo que tarda del trabajo a casa.
Incomprensión: La
incapacidad para entender por qué la otra persona puede hacer planes en los que
no estemos incluidos, salir de vez en cuando con amigos sin nosotros o realizar
alguna actividad que no nos incluya, se convierte en otro foco de inestabilidad
en este tipo de parejas.
Sospechas: Relacionado con la
inseguridad y a incomprensión, aparecen las sospechas hacia la pareja.
Creencias o pensamientos acerca de que algo está ocurriendo, de que algo está
ocultando, necesidad de información, que generalmente provoca reproches y más
discusiones.
Ambivalencia hacia la pareja:
Dependiendo del momento en el que esté la relación, será la persona más
importante de su vida o no querrá pasar tiempo con ella, ni hablar. Castigará a
su pareja y cuando el conflicto se solucione vivirán una etapa idílica. Es algo
muy común en este tipo de parejas, relacionado con lo que comentábamos al
principio de lo bueno y lo malo.
Reproches y victimización: A
través de la palabra o mediante conductas, le transmitirá de una forma hostil a
su pareja, lo que no le guste y a su vez se mostrará víctima de los actos de la
otra persona para mantenerla cerca, para hacerle ver que todo es porque la ama.
¿CÓMO SE SALE DE LAS RELACIONES TORMENTOSAS?
Lo
más importante para salir de una relación tormentosa es poder darse cuenta de
que no es una relación saludable para ninguna de las dos personas y del
desgaste que supone y de lo peligrosa que puede llegar a ser. Cada persona
puede sopesar lo que está viviendo y lo que quiere vivir, cómo quiere ser
feliz, desde un punto de vista objetivo, aunque no resulte fácil, por ejemplo,
sopesando cuestiones como las siguientes:
·
Si existen más beneficios que
prejuicios para dejarlo
·
Si estamos intentando que la
otra persona se convierta en alguien que no es o nosotros/as mismos estamos
intentando convertirnos en alguien que no somos.
·
Si estamos culpando a los
demás de los problemas que existen en nuestra pareja.
·
Si estamos idealizando la
relación y esperando algo que no sabemos muy bien que es, ni si va a llegar.
Son
algunas cuestiones que una persona puede plantearse dentro de una relación
tormentosa. No siempre tienen porque acabar, pero sí ambas personas realizar
trabajo terapéutico para poder encontrar soluciones y si esto no es posible y
crees que estás dentro de una relación tormentosa, ¡Huye! Porque el amor no
tiene que doler.
Autora:
Oceanía Martín Recio