¿Por qué cada vez hay más solteras?
La mayoría de mujeres de hoy no están
dispuestas a casarse con cualquiera. Y es por eso que cada día son más las que
no encajan en el rol de la esposa tradicional que cantidad de hombres anhelan.
Un estudio realizado por varias universidades
inglesas que fue publicado por el diario británico Sunday Times, afirma que
“cuanto más inteligente es una mujer más le cuesta casarse”. La investigación
abarcó a 900 hombres y mujeres que primero fueron entrevistados cuando tenían
11 años y se les hizo un seguimiento para saber qué fue de sus vidas 40 años
después. Según los resultados, las mujeres tienen un 40% menos de posibilidades
de contraer matrimonio si son exitosas. Esto enmarca a las que siguen estudios
universitarios y de posgrado. En tanto, la ecuación para los hombres sería a la
inversa. Cuánto más preparados están y mayor coeficiente intelectual tienen,
ganan un 35% de posibilidades para decir “sí, quiero”.
Esto no es tema nuevo. Ya en los años 90, en
su libro “El temor al compromiso”, los psicólogos estadounidenses Steven Carter
y Julia Sokol afirmaban que la gamofobia, o fobia al matrimonio, lejos de ser
un problema exclusivamente masculino, también afectaba a muchas mujeres. “El
matrimonio dejó de ser la meta y la condición fundamental para ser alguien en
la vida. Ahora las mujeres tienen sus empleos, sus profesiones y grandes
posibilidades de progresar en sus carreras. Así, la mayoría tiene miedo de
quedar encerradas en una relación tradicional y poco feliz”, acotan los
especialistas.
No obstante, el área profesional es tan solo
una de las cuales por las que las que hay mucho más mujeres solteras en la
actualidad. Precisamente, analizar por qué las mujeres actuales, sin importar
la nacionalidad, siguen solas, a edades en las que en tiempos de mi abuelita,
ya tenían hasta nietos y/o varios hijos, ha sido la tarea a la que se dio Seis
Grados, agencia líder en la realización de Encuentros Inteligentes entre
solteros. Las sicólogas de esta empresa afirman que además de que evidentemente
las mujeres se han dado cuenta de que no necesitan a un hombre para ser
independientes y exitosas. En el momento que la mujer se enrola en la búsqueda
de su éxito profesional, sus requisitos o expectativas para el tipo de hombre
que quiere a su lado aumentan y ya no se conforma tan fácilmente.
“Esto provoca que el éxito profesional sea
otra de las causas, ya que se da justamente cuando las mujeres deciden
sacrificar la vida social por la búsqueda del éxito profesional, lo que
conlleva a interminables horas de trabajo para obtener el reconocimiento social
y económico, y durante varios años su ritmo de trabajo es salir de la casa muy
temprano y regresar muy tarde; en fines de semana hacen lo que no tuvieron
tiempo de hacer durante la semana como ir al súper, a la tintorería, hacer
limpieza en casa o descansar, lo que no les deja tiempo para socializar”,
sostiene Selene Berrecil de Seis Grados.
Otra de las causas de tener cada vez más
solteras en el mundo, es que la estadística señala que 35% de los matrimonios
duran menos de 5 años. Las causas de que esto suceda son muchas, pero entre las
más comunes es la poca tolerancia y la falta de paciencia en la pareja. A esto
sumémosle que las personas no le dedican el tiempo suficiente a su relación y
no llegan a conocerse adecuadamente antes de formalizar.
Cabe acotar que en países como Estados Unidos,
más del 50% de los adultos no están casados, y Emiratos Árabes Unidos donde el
60% de las mujeres mayores de 30 años no han contraído matrimonio, los hogares
unipersonales van en aumento.
México no se queda atrás. Actualmente habitan
en territorio mexicano 20 millones de solteros, cifra que aumentó del 2000 al
2010 en un 97% según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI).
El psicólogo argentino Francisco Isura comenta:
“Se observa en las personas una tendencia al individualismo al tiempo que se
pierde de vista al otro, hay como un desencuentro, una desconexión con el
prójimo. Los nuevos valores como la levedad y la eterna juventud son comunes,
hay una negación del paso del tiempo, de lo histórico, de los procesos, y esto
se presenta con gran frecuencia. Todo es ‘cool’, ‘soft’ o ‘light’”. La búsqueda
del éxito y la inmediatez son para muchas personas los objetivos a alcanzar en
una cultura utilitarista. Es decir que eres alguien en la medida en que puedas
dar algo. Creo que con valores efímeros no se pueden construir proyectos a
largo plazo. Cuando una relación no se produce luego de varios intentos a lo
largo de un tiempo, o ésta se presenta con total precariedad, emerge un
sentimiento de desesperanza, hay una pérdida de expectativas, irrumpe el miedo
a relacionarse y a que todo deje de ser fantástico de un momento a otro. Esto
lleva a un aislamiento porque hay mucho miedo al encuentro con el otro, ya que
enfrenta sus miserias con las de uno”.
Y es que en muchos casos, las razones
anteriormente citadas y el estudio publicado en el diario Sunday Times de
Londres, pueden ser el verdadero motivo del porqué las mujeres eligen seguir
siendo solteras pero también, les aseguro, que el tener un rol muy activo de la
mujer en el campo profesional (que lo mismo puede suceder con los hombres,
aclaro) puede ser su escape, tanto como para otras personas lo son el deporte,
el sexo, el alcohol, el juego, las drogas, el tabaco y demás adicciones. Una
negación a casarse porque eso implicar un compromiso y además enfrentarse a sí
mismos y al convivio con otra persona, dejar su zona de confort o evitar
confrontar alguna situación.
Lo que quiero decir con esto es que son
mujeres (y hombres -porque esto es válido para todos), que en su niñez, su
adolescencia o etapa más adulta, resultaron marcados -por no decir traumados-
por alguna situación o persona, inconscientemente o de manera consciente y
entonces rehúyen a casarse.
El haber sufrido un desengaño, haber
experimentado una ruptura emocional o haber vivido una experiencia en un hogar
inestable y complicado, hace que muchas personas asocien que si dieran el “sí
quiero”, eso les sucederá a ellos. También, puede que sientan que van a perder
todo lo que han avanzado, sus años de universidad, de carrera, de servicio
profesional y que lo invertido para llegar hasta donde han llegado económica y
socialmente no vale la pena. Lo cierto es que en la vida debe haber un
equilibrio, un balance, y no podemos afanarnos tanto un lado (el profesional)
como al otro (el sentimental).
Cada cabeza es un mundo y hasta aunque existe
una sociedad más individualista, con mayores opciones para elegir un estilo de
vida que no necesariamente es el de casarse y tener hijos, si hurgamos en el
fondo de la mayoría de solteras, nos daremos cuenta que hay una razón de por
medio por el cual no han querido realizar quizás uno de los principales sueños
que en secreto acarician. Porque de que lo acarician, aunque lo nieguen, lo
acarician.
Además de las causas que anteriormente
mencioné, en sesiones de coaching con parejas, me he convencido de que las
mujeres, algunas, se dedican más a lo profesional pues en la actualidad asocian
al matrimonio con algo pasajero, hasta descartable. De hecho, si somos
realistas, antes, divorciarse era un trámite emocional, religioso y legal ahora
existen hasta los divorcios exprés.
La gente no tiene tolerancia y ante el menor
problema evaden, salen corriendo buscando una salida rápida y fácil. No tienen
la menor disposición para enfrentar las situaciones, luchar y salir adelante.
En algunos casos, hasta buscan reemplazo. Pareciera como si se compraran una
prenda y cuando ésta pierde el color, se estira o se encoge, entonces ya es
momento de dejarla de usar o cambiarla por una más de temporada y eso, señores,
es uno de los grandes temores de las mujeres para dar un sí ante el altar.
Una persona con temor al compromiso debe tomar
consciencia de ese temor, porque les aseguro que son personas que comienzan
algo y nunca lo terminan o bien no dan el cien por ciento en nada y menos en el
compromiso con una relación. Por eso se hace necesario conocer el historia
personal y tener en cuenta las malas experiencias amorosas o fallidas para
empezar a trabajar el camino hacia vaciarse de toda la basura que ha acumulado
y que está en contra de su realización personal.
En el artículo “Atreverse a amar” del diario
Los Andes, el psicólogo argentino Francisco Isura afirma: “Si uno quisiera
enriquecer el mundo interior, el de los sentimientos, una de las propuestas es
revisar los afectos personales, saber con qué uno cuenta y a partir de ahí
predisponerse, pero me parece importantísimo revisar el por qué de la poca
tolerancia a enfrentar frustraciones o cambios en pos de una vida afectiva con
otro ser. Hay muy poca tolerancia y en la primera de cambio se rompe el vínculo
ya sea reciente o de larga data. La imposibilidad de relacionarnos
afectivamente en armonía y plenitud está arrojando consecuencias muy dañinas,
así cada vez hay más consultas al analista, adicciones y suicidios, la
sensación de tristeza tarde o temprano llega. De todos modos no se puede
generalizar en cuestiones tan personales como la que nos ocupa. Hay quien
resuelve su soltería prolongada de manera sana, llenando tiempo, espacio y
afectos con amistades, satisfacción profesional o participación social activa.
Imaginemos que no todas las personas viven en compañía de una pareja y sin
embargo alcanzan una gran paz interior y por qué no una envidiable versión de
la felicidad”.
Así que si usted es mujer y por qué no,
también atañe a los hombres, y se identifica con las causas anteriormente del
porqué está soltera, revise si en realidad es por eso que no ha llegado al
altar. Lo cual es muy respetable. Revise si de corazón es una decisión que le
trae satisfacción o si más bien, está tratando de usar el factor trabajo como
pretexto ante algo que le ha marcado. En este caso, busque ayuda, supérelo y
dispóngase a abrazar el amor, cuando en el camino Dios le ponga a la persona
que creó para usted.
Como dice el psicólogo estadounidense Rüdiger
Dahlke en su libro “Las etapas críticas de la vida”: “Cuanto menos se hayan
superado las crisis precedentes de la vida, tanto mayores son las hipotecas que
se llevan al matrimonio”.
Conviene analizar, hurgar, revisar, sanar y
dejar de tratar de llenar ese espacio vacío de una vida en pareja, con logros
profesionales, éxito y bienes materiales.
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu
vida!
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