Aunque no lo creas, la felicidad no surge así
porque sí. Las cosas buenas les ocurren a aquellos que las buscan. De ti
depende que mañana sea un gran día. ¿Lo vas a dejar escapar?
“Esta
mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que
hacer antes que el reloj sonara.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy
importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el
día esta lluvioso o puedo dar gracias porque las plantas están
siendo regadas.
Hoy me puedo sentir triste porque
no tengo más dinero o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a
planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo
regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo
que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo o puedo sentirme
agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas
tienen espinas o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por
no tener muchos amigos o
puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir
a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir
a la escuela o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con
nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque
tengo que hacer las labores del
hogar o puedo sentirme honrado porque tengo un
techo para mi mente y cuerpo.
Hoy el día se presenta ante mí esperando a que
yo le dé forma y aquí estoy, soy el escultor.
Lo que suceda hoy depende de mí, yo
debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Que tengas un gran día… A menos que
tengas otros planes”.
Texto
atribuido al escritor uruguayo Mario Benedetti
Tenemos que empezar a asumir la responsabilidad que nos
corresponde: Un buen día se crea o no se crea. Es cierto que,
en ocasiones, no hace falta que acompañemos a los malos momentos, ya que
aparecen ellos solos sin apenas darnos tiempo a reaccionar.
Sin embargo, tenemos que generar una nueva costumbre, algo
así como una nueva filosofía de vida en la que cada día nos recordemos que “levantarnos
con el pie izquierdo” se puede evitar.
Cómo tener un buen día
"La felicidad no es un destino. Es un método de
vida" – Burton Hills
Lo cierto es que, como todo en la vida, tener un
buen día requiere de cierto método y estrategia. Es decir, lo
importante es tomar las medidas adecuadas para garantizar que estamos haciendo
todo lo posible por crear nuestro bienestar.
Es por esta razón por la que, a continuación, os queremos
dar algunas ideas para que comencéis a poner en práctica esta buena
costumbre:
1. Estar presente
Es muy importante traer nuestra mente de
vuelta a la realidad y abandonar aquel lugar o aquel pasado
en el que se ha quedado atrapada. No podemos cambiar lo que sucedió, y obsesionarnos
con ello no nos ayuda en el momento presente.
Hay un proverbio chino que nos refleja esta cuestión
sabiamente y versa de la siguiente forma: “Si el problema tiene
solución, ¿por qué te preocupas? Y si no la tiene, ¿por qué te sigues
preocupando?”.
La preocupación no
nos ayuda en nada, por lo que, en su lugar, si algo resulta preocupante, debemos
actuar cuanto antes y vivir el momento presente.
2. Permitirnos ser mediocres
Es decir, tenemos que trabajarnos y no obligarnos
a llegar a lo más alto de nuestra cumbre siempre. Está bien tener una
agenda apretada pero… ¿De verdad es necesario obligarnos a cumplir a rajatabla
una lista de quehaceres diarios? Haz menos cosas y estarás menos estresado.
A todo no podemos llegar.
3. Hacer menos cosas, pero
que sean más importantes
Con esto queremos decir que es necesario que lo que
hagamos tenga un gran impacto personal o profesional a largo plazo en nuestra
vida. Los grandes logros están compuestos de pequeños éxitos. Por
lo tanto, irnos a la cama con la sensación que deja el trabajo bien hecho,
colmará de satisfacción cada momento de nuestro día.
4. Pensar en cómo sería
nuestra vida ideal
No hablamos de tener una gran mansión o un coche de lujo,
sino de imaginar cómo conseguiríamos que nuestra vida fuese perfecta con lo que
ya tenemos. Escoge las 4 ó 5 cosas más importantes de tu vida y
construye esta en torno a ellas.
Después, planifica cuáles van a ser los primeros
pasos que te conduzcan hacia tu ideal. Programa tu avance de forma
semanal y te sentirás tremendamente bien al ver que estás peleando por lo que
de verdad deseas.
5. Pon orden en tu vida
Ordena algo, aunque sea en un cajón que nunca
tocas. Tener organizada un área de tu vida puede tener un
efecto maravilloso en tu estado de
ánimo y en tu felicidad.
Ordenar le da impulso a nuestro día,
pues son momentos que nos tomamos para despejarnos y echar hacia afuera lo
innecesario. Vaciar la superficie de una mesa puede ser una gran manera de
empezar.
6. Ir a dar un paseo
El movimiento y el aire fresco del exterior tendrán un
gran efecto en tu día. Además, siempre que sea posible, tenemos que tomarnos
unos minutos para disfrutar de la naturaleza y pensar en la suerte que
tenemos al estar vivos.
7. Tenemos que elegir
Selecciona solo un proyecto en el que te quieras centrar y
pon toda la carne en el asador. En ocasiones llenamos nuestra mente de ideas y
objetivos por cumplir que, al final, tenemos que abandonar. Como
es bien sabido, el que mucho abarca, poco aprieta.
8. Escuchar buena
música
Hazte con música que
te haga sentir, que te active y que aporte emociones a tu día. Hacer esto
liberará tu cuerpo y contribuirá a alcanzar una mejor salud, tanto física como
emocional.
9. Ver un amanecer o a un
atardecer
Puede que, en ocasiones, nos resulte triste contemplar la
puesta del sol en soledad; sin embargo, esto nos ayuda a conectar con
nuestro yo más profundo. Mirar el amanecer es llenarse de vida y de
inspiración para el resto del día.
10. Pasar tiempo con un ser
querido
Habitualmente, la rutina y las prisas diarias no nos dejan
ver que la vida es un camino de ida. Atiende a tus necesidades y
cultiva tus vínculos, realmente es lo que siempre necesitamos para seguir
hacia adelante.
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